MADRID 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio, publicado en 'New England Journal of Medicine' por NYU Langone Health (Estados Unidos), demuestra que es igual de seguro y eficaz para las personas con VIH que necesitan un trasplante de riñón recibir su órgano de donantes que también sean VIH positivos que de donantes que no estén infectados por el virus.
Las tasas de supervivencia de los receptores de órganos uno y tres años después del procedimiento fueron las mismas para los donantes con o sin VIH. También fueron iguales los riesgos de efectos secundarios graves, como infección, fiebre y rechazo del órgano donado.
En lo que es el ensayo comparativo más grande de los procedimientos experimentales desde que se realizó el primer trasplante en los Estados Unidos en 2016, los investigadores de NYU Langone Health dicen que los hallazgos de su estudio respaldan aún más la adopción formal del uso de órganos de donantes con VIH como práctica clínica estándar para personas con VIH que necesitan un trasplante de riñón.
El trasplante de VIH a VIH no ha sido aceptado formalmente como el estándar de atención médica. Existían preocupaciones sobre la posibilidad de que los receptores de órganos se infectaran con otras cepas del VIH, lo que podría llevar a la llamada superinfección por VIH. Los expertos también temieron inicialmente que la necesidad de los receptores de inmunosupresión posoperatoria continua dañara el órgano donado o provocara un resurgimiento de los recuentos virales del VIH en la sangre del receptor.
Una complicación grave en todos los trasplantes es que el sistema inmunológico del receptor reconocerá el órgano donado como "extraño" y lo atacará, de manera muy similar a como lo haría con un virus invasor. Por esta razón, se utilizan medicamentos inmunosupresores para prevenir el rechazo de los trasplantes de órganos. Sin embargo, el éxito temprano del trasplante de riñón de VIH a VIH alivió estas preocupaciones.
En el nuevo artículo los investigadores analizaron los resultados de 198 trasplantes de riñón a personas con VIH en 26 centros médicos de todo Estados Unidos entre 2018 y 2021. Los resultados mostraron que, en el caso de los trasplantes de riñón realizados con órganos de 99 donantes con VIH y 99 sin VIH, las tasas de supervivencia a un año para los receptores VIH positivos fueron las mismas (94% y 95%, respectivamente). Las tasas de supervivencia a tres años también fueron similares (85% y 87%).
Las tasas de rechazo de órganos también fueron numéricamente iguales después de tres años (21% y 24%). Otras medidas de los resultados quirúrgicos, incluido el número de efectos secundarios que se produjeron, también fueron aproximadamente las mismas para ambos grupos.
Aunque la mayoría de los receptores de riñón del estudio mantuvieron la supresión viral del VIH después del trasplante, los recuentos sanguíneos de VIH aumentaron en 13 pacientes que recibieron riñones de donantes con VIH. Solo cuatro de esos picos de resurgimiento ocurrieron con órganos de donantes que eran VIH negativos.
Sin embargo, los investigadores atribuyeron estas incidencias a que los receptores no tomaron sus medicamentos antivirales según lo prescrito, y la supresión viral regresó con una adherencia más estricta al tratamiento farmacológico. Se detectó una superinfección, pero sin efectos clínicos en el receptor del órgano.
"Nuestro estudio demuestra de manera abrumadora que el trasplante de riñón de donantes VIH positivos a receptores VIH positivos es seguro y eficaz", afirma el investigador principal del estudio y cirujano de trasplantes Dorry Segev.Segev es vicepresidente del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York y director de su Centro de Investigación Aplicada a la Cirugía y el Trasplante (C-STAR).
"Estos hallazgos ofrecen esperanza a las miles de personas con VIH en los EEUU y en todo el mundo que necesitan un trasplante de riñón, y a muchas más personas donde la infección por VIH y las enfermedades renales son más comunes", concluye Segev.