MADRID 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un trabajo de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia ha analizado las perspectivas de los médicos de atención primaria y los urólogos sobre lo que facilita y lo que vigilancia activa barreras para la atención de vigilancia activa para hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo.
Cabe tener en cuenta que la vigilancia activa implica visitas de rutina al urólogo, pruebas de laboratorio del antígeno prostático específico (PSA) y reevaluaciones seriadas de la carga tumoral con imágenes por resonancia magnética (IRM) o biopsia de próstata a los intervalos recomendados.
A partir de 2021, la vigilancia activa ha aumentado a casi el 60% en todo Estados Unidos, aunque la adherencia al tratamiento y el seguimiento han sido desiguales, y algunos hombres cuya condición es estable pueden recibir un tratamiento más intensivo del que necesitan. Al mismo tiempo, los pacientes involucran cada vez más a sus médicos de AP en la atención del cáncer.
Con este fin han realizado entrevistas semiestructuradas en profundidad con 19 médicos de Atención Primaria (AP) (9 mujeres, 4 en consultorios comunitarios, 15 en centros médicos académicos) y 15 urólogos (3 mujeres, 5 en consultorios privados, 3 en centros médicos académicos) entre junio de 2020 y marzo de 2021.
Su objetivo era evaluar el conocimiento de los entrevistados sobre la vigilancia activa, qué factores consideraban que influyen en la adherencia a las pruebas de seguimiento y sus preferencias con respecto a las funciones de los médicos de atención primaria y los urólogos en la prestación de atención en equipo.
De esta forma, tanto los médicos de cabecera como los urólogos señalaron la importancia de la educación del paciente.*Los pacientes que comprenden la vigilancia activa tienen más probabilidades cumplir con el seguimiento.*Pese a ello, la realidad es que los urólogos tenían más conocimientos sobre la vigilancia activa, mientras que los médicos de AP pueden carecer de una buena comprensión general de la vigilancia activa, así como de sus protocolos de seguimiento y de cómo interpretar los resultados de las pruebas.*Es por ello que puede que les resulte difícil explicar la vigilancia activa a sus pacientes y, a menudo, lo remitan a los urólogos.
Tanto los médicos de cabecera como los urólogos reconocieron que los pacientes pueden perderse durante el seguimiento.*Una forma de evitar esto es que los médicos se comuniquen más directamente entre sí sobre el tratamiento de un paciente compartido (por ejemplo, por teléfono en lugar de registros médicos electrónicos).*
De esta forma, se considera que los médicos de AP deben hablar sobre las visitas al urólogo con sus pacientes.*Sin embargo, los médicos de familia y los urólogos tendieron a estar de acuerdo en que el papel de la Atención Primaria en la vigilancia activa es principalmente de apoyo, y los urólogos se encargan de la atención de seguimiento.