Trabajar la inteligencia emocional desde la infancia "ayuda a prevenir la violencia"

Vanesa Galego, doctora en Pedagogía
EP/UNIVERSIDAD DE NAVARRA
Actualizado: lunes, 6 octubre 2014 21:25

PAMPLONA 12 May. (EUROPA PRESS) -

La doctora en Pedagogía del Programa Educación Responsable de la Fundación Botín, Vanesa Galego, ha destacado que "trabajar la inteligencia emocional desde la infancia permite en la vida adulta gestionar mejor las emociones, ser más resilientes ante situaciones adversas y prevenir la violencia en sus distintas manifestaciones".

Así lo ha señalado la experta en el marco del I Encuentro 'Academia y sociedad', organizado por el Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, celebrado con el patrocinio de seguros Zurich.

Galego resaltó que la inteligencia emocional desempeña "un papel clave" en la educación de los niños y adolescentes, ya que "el factor emocional y motivacional es fundamental para que puedan aprender de una forma satisfactoria y se puedan relacionar con sus iguales y con el resto de la comunidad educativa".

En este sentido, hizo hincapié en que el profesor constituye un "modelo clave" y que "debe manejar sus propias emociones, trabajando el estrés docente y las emociones que se activan con mayor frecuencia en su labor". En su opinión, los docentes "también deben enseñar a los niños a regular sus emociones y a canalizarlas de forma adecuada".

Por otro lado, recalcó la relevancia de ver la intervención de forma integral, de modo que "se pueda realizar un trabajo sistemático y visible de las competencias emocionales y sociales dentro del aula". En ese sentido, apostó por trabajar con la familia y con el resto de la comunidad educativa.

Por último, se refirió al Programa Educación Responsable de la Fundación Botín, que se lleva a cabo en estrecha colaboración con la consejería de Educación del Gobierno de Cantabria y en el que participan 160 colegios de Cantabria, Madrid, La Rioja y Navarra.

La pedagoga explicó que en esta iniciativa se trabajan tres ámbitos: el desarrollo afectivo y emocional (autoestima, empatía, la identificación y la expresión emocional), el desarrollo cognitivo (autorregulación emocional o autocontrol, toma de decisiones responsables, actitudes positivas hacia la salud y las habilidades sociales.

"Nuestros ámbitos de intervención son la familia, la comunidad y en la escuela. En esta última, dotamos de recursos al profesorado para que los pueda aplicar en el aula. Les proporcionamos formación, les hacemos un seguimiento y realizamos una evaluación externa del proceso", puntualizó.

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