López Espinosa, autora principal del trabajo, sostiene que estos agentes están asociados a dos tipos de malformaciones fetales
SEVILLA, 6 Jul. (EUROPA PRESS) - La totalidad de las embarazadas tienen, al menos, un tipo de pesticida en su placenta, según sostiene una tesis realizada por María José López Espinosa, del departamento de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada (UGR), la cual advierte, con todo, una presencia media de ocho sustancias contaminantes organocloradas en el organismo de las mujeres en estado, ingeridas a través de la comida, el agua y el aire. En declaraciones a Europa Press, López Espinosa aseguró que la existencia de estos productos químicos "está asociada con dos malformaciones en el aparato genitourinario del feto", en concreto el criptorquidismo y las hipospadias, uno de los objetos del estudio. Según argumentó esta experta, al igual que también refrendó a Europa Press Marieta Fernández, otra de las investigadoras que han colaborado en este trabajo, "si bien es difícil saber si los pesticidas son los únicos causantes directos que provocan estas malformaciones, si podemos asegurar que están involucrados en estos procesos". En concreto, la tesis doctoral 'Exposición materno-infantil vía placentaria a compuestos químicos medioambientales con actividad hormonal' se ha centrado en el análisis de la presencia de pesticidas organoclorados --utilizados habitualmente como pesticidas-- en el cuerpo de las mujeres en estado. "Los niños que han nacido con estas dos malformaciones estudiadas, a cuyas madres se les hizo un seguimiento, presentaban mayores niveles de estos agentes durante la gestación del feto", rubricaron ambas especialistas, quien advirtieron de que "en las primeras semanas de embarazo es dónde el feto se mostraba más vulnerable a estas sustancias contaminantes, que pueden hacer más daño". Marieta Fernández explicó que el criptorquidismo provoca en el niño "que no tenga descenso testicular", mientras que las hipospadias "provocan que el pene tenga una doble salida, una para miccionar y otra de salida del semen". López Espinosa apuntó, igualmente, que durante el proceso de gestación los contaminantes almacenados en el organismo tienen acceso al microambiente en el que se resuelve la maduración del embrión. Según estas expertas, la mano del hombre es la responsable directa de "las más de 110.000 sustancias químicas" que se han generado desde la etapa de la 'Revolución Industrial', y que, cada año, se 'inventan' más de 2.000 nuevas sustancias. En este sentido, precisaron que la mayoría de estos compuestos de carácter contaminante se emiten al medio ambiente, encontrándose fundamentalmente en la comida, el aire, el suelo y el agua. En cuanto a su incorporación al organismo, López Espinosa aclaró que se produce a diario de manera involuntaria --lo que se conoce como 'exposición inadvertida'--, en el organismo humano, el cual lo asimila y acumula en la parte grasa de los tejidos. Pese a ello, indicó que es posible controlar la ingesta de pesticidas "con una correcta alimentación, basada en una dieta sana y equilibrada, mediante el consumo de alimentos en los que se hayan empleado menos sustancias químicas". DATOS EXTRAPOLABLES Su análisis, llevado a cabo sobre 308 mujeres que entre los años 2000 y 2002 dieron a luz niños sanos en el Hospital Universitario San Cecilio de Granada, arrojó que "el cien por cien de las mujeres embarazadas tiene, al menos, un pesticida en su placenta", si bien la media se establece "en ocho clases distintas de estas sustancias químicas", apuntó la investigadora principal. Por su parte, Marieta Fernández aseguró a Europa Press que estos "son extrapolables al resto de España, ya que en otras comunidades como Madrid, Cataluña, Valencia y Asturias están realizando estudios similares, arrojando los primeros datos de sus trabajos las mismas conclusiones". Según dijo, los trabajos en estas comunidades se enmarcan en el estudio Red-INMA (infancia y medio ambiente). En este sentido, López Espinosa destacó que en Dinamarca, Finlandia, Inglaterra y Francia se han llevado a cabo estudios del tipo, "ya que nuestro trabajo forma parte de un estudio mayor subvencionado por la Comisión Europea --QLK4-1999-01422-- y que comenzó en 1999". ESTUDIO A 300 EMBARAZADAS Y HASTA 15 PESTICIDAS EN LA PLACENTA Durante su trabajo, López Espinosa estudió la presencia de hasta 17 pesticidas organoclorados disruptores endocrinos --es decir, que interfieren en el funcionamiento del sistema hormonal-- mediante el análisis de la placenta. En concreto, los pesticidas identificados con mayor frecuencia en el tejido placentario fueron DDE (92,7 por ciento de casos) lindano (74,8%), endosulfán-diol (62, 1%) y endosulfán-I (54,2%). En cuanto al pesticida encontrado en concentraciones más altas, éste correspondió con el endosulfán diol, con un valor medio de 4,15 nanogramos por gramo de placenta. Sorprendentemente, esta investigadora de la UGR encontró pacientes que presentaban 15 de los 17 pesticidas analizados en su placenta. Para la realización de este trabajo se recogieron muestras de un total de 668 madres. El estudio fue aprobado por el Comité Ético del Hospital Universitario San Cecilio, informándose a todas las mujeres, que firmaron un consentimiento expreso, de los objetivos del estudio. Gracias a la participación de ginecólogos y matronas del hospital, se recogieron muestras biológicas de sangre de madre, cordón y placenta en el momento del parto. A continuación, se realizó un cuestionario epidemiológico por encuestadores entrenados para ello, en el que se incluía información sobre la madre y el padre, el lugar de residencia, ocupación, medicación, características antropométricas, edad, hábito tabáquico, estilo de vida y dieta durante el embarazo, entre otras. FACTORES ASOCIADOS Y PROXIMA PUBLICACION El trabajo realizado en la UGR ha permitido investigar la asociación entre las características maternas, paternas, del recién nacido y del parto con la exposición a pesticidas encontrada en la placenta de la madre. Algunos factores asociados con una mayor presencia de pesticidas disruptores en la placenta resultaron ser una mayor edad de la madre, un mayor índice de masa corporal antes del embarazo, una menor ganancia de peso durante el embarazo, un menor nivel educativo, una mayor exposición laboral, la primiparidad y un menor peso del niño. Por último, López Espinosa avanzó que la publicación de esta tesis ya ha sido admitida en las revistas internacionales 'Placenta' y en 'Environmental Reproductive Health', por lo que estimó que "a finales de año esté ya publicada".