Un total de 65.000 españoles se rompen la cadera cada año, el 77% de ellos mujeres, según expertos

Actualizado: lunes, 25 enero 2010 17:22

MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

Cada año 65.000 personas sufren una fractura de cadera en España, el 77 por ciento de las cuales son mujeres, con una edad media de 78 años y con un coste total aproximado en tratamientos para el Sistema Nacional de Salud (SNS) de 800 millones de euros anuales, según informó hoy la Sociedad Matritense de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SOMACOT).

En esta misma línea, los especialistas de SOMACOT aseguran que el 93 por ciento de las mujeres que llegan a los 80 años de edad han tenido al menos una vez una fractura óseas. De estas fracturas el 33 por ciento son del hueso de la cadera, fractura responsable de la ocupación del 20 por ciento de las camas de los servicios de Cirugía Ortopédica en España.

Asimismo, la elevada edad de la mayoría de los pacientes que sufren este tipo de lesión puede provocar "complicaciones añadidas", debido a otras enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes o los trastornos de conciencia, informó la asociación en un comunicado..

Estas complicaciones añadidas producen una tasa de mortalidad intrahospitalaria del 3 al 5 por ciento. Pudiendo fallecer en los 6 primeros meses después de la fractura de cadera el 30 por ciento de estos pacientes, y la mitad de los que sobreviven quedan "con importantes secuelas", afirmaron desde la sociedad madrileña.

En palabras del vicepresidente de SOMACOT, el doctor Miguel Ángel Plasencia, "este envejecimiento poblacional ha generado un incremento neto en el número de fracturas de cadera hasta unos límites insospechados". De hecho, "las fracturas de cadera suponen una de las lesiones mas importantes que sufren los ancianos en la actualidad, siendo motivo frecuente de hospitalización y un grave problema social", explicó.

Para evitar este tipo de caídas, los especialistas de SOMACOT recomiendan realizar alguna actividad física, llevar a cabo una dieta equilibrada, eliminar posibles barreras arquitectónicas en el hogar, prevenir la osteoporosis y tratar adecuadamente los problemas de visión y audición, así como el deterioro cognitivo de los más mayores.