¿Qué es la tos ferina? Síntomas y tratamiento

El pediatra del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa Andrés Osuna Vera.
El pediatra del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa Andrés Osuna Vera. - QUIRÓNSALUD INFANTA LUISA
Publicado: miércoles, 13 marzo 2024 11:40

SEVILLA, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

El pediatra del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla Andrés Osuna Vera previene de que hasta el 90% de los convivientes familiares pueden contraer tos ferina. Además, advierte de que entre el 50% y el 80% de los contactos en las escuelas también pueden verse infectados. Se trata de una infección endémica en España, pero con picos epidémicos cíclicos, sobre todo en los meses de invierno y primavera.

En una nota de prensa, el Hospital apunta al último informe del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, que señala un total de 128 casos en Andalucía, de los 482 registrados en España, lo que supone un 26,5% del total del país, el pediatra ha indicado que la tos ferina puede afectar a cualquier grupo de edad, aunque incide en que los casos más graves suelen ocurrir en recién nacidos y lactantes pequeños. "La transmisión es a partir del contacto con secreciones respiratorias (tos o estornudos, sobre todo en fase catarral) de una persona infectada", ha añadido.

De este modo, Vera ha explicado que la enfermedad clásicamente tiene tres fases. En primer lugar, según el especialista, estaría la fase inicial o catarral, que es similar a un resfriado común, es la de máxima contagiosidad. Entre la segunda y la sexta semana, se produciría la fase paroxística con tos muy intensa, esto es, una tos de unos cinco a diez golpes durante los cuales no respira el niño, terminando en el clásico estridor inspiratorio o 'canto de gallo'.

Para el pediatra del Infanta Luisa "esta sería la fase más angustiante para los padres por la tos intensa, que suele ir acompañada de vómitos, cianosis y apneas en niños pequeños". Por último, estaría la fase de convalecencia, donde los síntomas van disminuyendo progresivamente. "La duración global de la enfermedad es de hasta tres meses", ha apuntado.

"Una característica de la tos ferina es que padecer la enfermedad natural no confiere una inmunidad permanente", ha subrayado Osuna, quien ha afirmado que el método "más efectivo" para prevenir la tos ferina es la vacunación. "La tos ferina suele tener un curso más molesto que grave, la protección que confiere la cobertura vacunal hace poco probable los casos severos. Las complicaciones que pudieran presentarse son hemorragia subconjuntival y sobre infección por otras bacterias, como neumonías u otitis media en recién nacidos y lactantes no vacunados, pudiéndose producir complicaciones más graves como apneas", ha recalcado.

Para terminar, el pediatra del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa ha incidido en la importancia del inicio del tratamiento en las dos primeras semanas de la enfermedad para tener un impacto positivo en su duración, severidad y contagiosidad. "En quienes han sido tratados adecuadamente con antibióticos, el tiempo de aislamiento es de cinco días y de hasta 20 días para los pacientes no tratados", ha concluido.