MADRID 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
La radioterapia helicoidal guiada por imagen en tiempo real, también llamada tomoterapia, se ha convertido en una técnica "eficaz y fiable" en el tratamiento de muchos tumores pediátricos, sobre todo aquellos de alto riesgo, ya que "genera menos efectos secundarios a los niños con cáncer", según el doctor Raúl Matute, especialista en Oncología Radioterápica de la Unidad de Radioterapia y Tomoterapia del Grupo IMO.
En España se diagnostican cada año más de 900 casos nuevos de cáncer infantil, de los cuales más de 350 son susceptibles de tratamiento con radioterapia dentro del manejo multidisciplinar inicial del protocolo terapéutico de este tipo de enfermedades.
A estos pacientes hay que añadir los que precisen un rescate por recaída de su patología o como ayuda al control sintomático de su enfermedad y mejora de su calidad de vida.
Sin embargo, explica Matute, "dado que algunos tejidos sanos del niño en fase de desarrollo, como los del sistema osteoarticular, son especialmente sensibles a la radioterapia, el uso de la tomoterapia ha permitido minimizar los efectos secundarios ya que se disminuye la dosis de radiación en tejidos sanos".
La tomoterapia se usa sobre todo en tumores de alto riesgo por su ubicación, como tumores del sistema nervioso central o linfomas con gran carga tumoral inicial que no responden completamente a la quimioterapia.
También en aquellas lesiones malignas que exigen irradiar volúmenes de tratamiento especialmente irregular y complejo, así como los que precisan imagen de comprobación para cada una de las sesiones radioterápicas.
"En todos estos casos, la tomoterapia se ha mostrado decisiva en la fiabilidad, precisión y seguridad terapéutica del tratamiento de Radioterapia", según concluye.