MADRID 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las metástasis son responsables del 90 por ciento de las muertes por cáncer pero, sin embargo, todavía no se conocen los "santuarios" donde las células cancerígenas permanecen "dormidas" durante años para luego volver a atacar al organismo, según ha reconocido el oncólogo español Joán Massagué, que actualmente dirige el Departamento de Genética y Biología Celular del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York (Estados Unidos).
Este científico ha participado este martes en un encuentro organizado por la Fundación BBVA con motivo de la renovación de su convenio con el Instituto de Recerca Biomédica (IRB) de Barcelona, del que Massagué es subdirector, para desarrollar el Programa conjunto de Investigación Oncológica.
Actualmente Massagué investiga cómo hay células tumorales que logran sobrevivir a la cirugía y los tratamientos del cáncer y permanecen como agentes dormidos "incluso durante años o décadas" para luego reaparecer en otro órgano.
Se estima que sólo una entre mil o incluso diez mil células tumorales que escapan del tumor primario logran sobrevivir en otro entorno, según ha reconocido, de ahí la necesidad de conocer "dónde se esconden" y entender los mecanismos que favorecen la latencia de estas células hasta que se vuelven a activar.
"No sabemos cuáles son los órganos santuarios. Es posible que haya un órgano que sea buen receptor y luego sea mal ámbito para que se dispare el crecimiento, pero las mantenga ahí para actuar como foco secundario", reconoce.
Lo que sí se conoce ya es que cada tipo de tumor tiene su perfil más típico de órganos en los cuales va a desarrollar metástasis, algo que en el caso del cáncer de mama varía según el subtipo. Así, en el caso del receptor hormonal positivo es más frecuente que emerja en hueso mientras que el triple negativo, en cambio, tiene más probabilidades en pulmón e hígado, o cerebro un poco más tarde, porque ahí tiene las células tienen más dificultad para instalarse.
Por otro lado, el cáncer de próstata también hace metástasis principalmente en el hueso, mientras que en melanoma ocular es casi siempre hígado, y en el sarcoma es casi siempre el pulmón. "Los principales son pulmón, hueso, hígado y cerebro", ha aseverado.
Massagué y su equipo ya han identificado algunas moléculas que "amplifican" la supervivencia de las células tumorales diseminadas y tienen un importante papel en cáncer, como PI3K, NOTCH, WNT, y la señalización de TGFbeta, y se perfilan como los principales contribuyentes a la supervivencia de las células tumorales metastásicas.
Asimismo, también han desarrollado técnicas para capturar las células escapadas del tumor primario. "Tenemos ya células que si las colocamos en un tejido donde se sienten cómodas se reproducen muy rápidamente, mientras que en el torrente circulatorio permanecen latentes", ha dicho Massagué.
"Estas células las tenemos ya y estamos trabajando con ellas, empezando a interrogarlas", ha reconocido este experto, que no obstante admite que "falta mucho trabajo" para aislarlas de muchos tipos de tumores.