MADRID 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Hopital Universitario de Canarias en Tenerife y el Hospital Clínic de Barcelona han demostrado que el test de sangre oculta en heces es igual de eficaz que la colonoscopia a la hora de detectar precozmente el cáncer colorrectal, al tiempo que ofrece unas ventajas adicionales ya que no es invasivo y es "mucho más barato".
Así se desprende de los primeros resultados de un estudio con 60.000 individuos que publica en su último número la prestigiosa revista 'The New England Journal of Medicine', con el que se pretendía comparar la eficacia de ambas pruebas para el diagnóstico de este tumor, que causará este año unas 14.000 muertes en España.
"Esto son unos 275 fallecimientos por semana", según ha reconocido el jefe del Servicio Digestivo del Complejo Hospitalario de Canarias y uno de los autores del estudio, Enrique Quintero.
Además, en 2012 se detectarán unos 30.000 nuevos casos, unos 600 por semana, de los que "hasta un 90 por ciento se podrían curar con una detección temprana".
El estudio, financiado conjuntamente por la Asociación Española Contra el Cáncer (Aecc) y el Instituto de Salud Carlos III, incluyó a 60.000 individuos sanos de entre 50 y 69 años pertenecientes a ocho comunidades (Aragón, Canarias, Cataluña, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco y Comunidad Valenciana).
De forma aleatoria, fueron divididos en dos grupos a los que se les ofreció la posibilidad de someterse bien a una colonoscopia bien a un test de sangre oculta en heces, que se puede realizar en el próximo domicilio y, de salir positivo, requiere una colonoscopia para confirmar los resultados.
LOS CIUDADANOS PREFIEREN EL TEST EN SANGRE
El grado de aceptación fue mayor en el caso del test en sangre (34% acudieron a hacérsela, frente al 25% que fueron invitados a someterse a la colonoscopia). Además, cuando se ofreció la posibilidad de cambiar, 1.600 participantes del grupo de la colonoscopia se pasaron al test en sangre, un proceso que a la inversa sólo eligieron 100 individuos.
Una vez realizadas las pruebas, los resultados revelaron como, en ambos casos, el número de cánceres detectados fue similar (33 con colonoscopia y 30 con test en sangre), el 85 por ciento en fases iniciales.
Asimismo, con la colonoscopia se detectaron unos 500 pólipos --tumor benigno que se puede extirpar en la misma colonoscopia y que puede derivar en cáncer--, el doble que con el test de sangre en heces.
No obstante, y aunque el director del Instituto de Enfermedades Digestivas del Hospital Clínic y codirector del estudio, Antoni Castells, ha reconocido que "con los test de sangre se puede pasar algún pólipo", asegura que "si se realizan cada dos años, se puede detectar en la siguiente exploración".
Además, según ha añadido, "dado que se trata de un tumor con un crecimiento muy lento --tarda unos 10 años en desarrollarse--, la demora de dos años no importa", de modo que no afecta al pronóstico del cáncer.
"Por cada 10 colonoscopias realizadas detectamos un caso de cáncer, de ahí que el test de sangre oculta en heces lo que permite es seleccionar a quienes deben hacerse esta prueba", ya que, según explica Castells, "al ser invasiva es menos tolerada por los ciudadanos, al tiempo que puede acarrear complicaciones como perforaciones o sangrados".
De igual modo, con el test de sangre en heces se consigue un "importante ahorro" ya que, mientras que la colonoscopia cuesta entre 150 y 180 euros, el test apenas cuesta dos euros.
UN CRIBADO NACIONAL POR 22 MILLONES DE EUROS
En este sentido, ambos expertos han reivindicado la necesidad de que en España se implante un programa general de cribado o detección precoz del cáncer colorrectal, a través de este test y en personas de más de 50 años, algo que "apenas costaría 22 millones de euros", frente a los 900 millones que cuesta tratar los cánceres avanzados que se producen en España, advierte Quintero.
Actualmente, en España sólo hay nueve comunidades con programas de cribado (Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Canarias, País Vasco, Cantabria, Extremadura, Castilla y León y La Rioja), pero los criterios de inclusión no son homogéneos.
Además, la participación es baja, sobre todo en comparación con la que actualmente tienen los programas de detección precoz del cáncer de mama --participan el 85 por ciento de las mujeres incluidas en los mismos-- pese a que "son más coste-eficaces que estos", según Castells.
"Hay barreras sociales, falta información, dar a conocer que es un cáncer que si se detecta se puede curar", admite este experto, que apuesta primero por "conseguir que se pongan en marcha estos programas de cribado a nivel nacional y, posteriormente, pedir un esfuerzo a la población para conseguir tasas de cobertura similares a las del cáncer de mama".