Un tercio de los pacientes con enfisema pulmonar tratados con válvulas IBV mejoran su calidad de vida, según estudio

De izquierda a derecha, las enfermeras Mª del Mar Lakunza, Ana Carmen Armendáriz
EP/CUN
Actualizado: martes, 21 septiembre 2010 13:58

PAMPLONA 21 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un tercio de los pacientes con enfisema pulmonar severo a quienes se implantó en los bronquios el sistema de válvulas IBV obtuvieron mejorías importantes tras este tratamiento mínimamente invasivo, según se desprende de los resultados de un ensayo clínico multicéntrico efectuado en 73 pacientes estudiados en 7 hospitales europeos.

El sistema de válvulas ha comenzado a comercializarse ya para la asistencia clínica de pacientes con enfisema pulmonar, una enfermedad causada por el tabaco y caracterizada por la destrucción progresiva del tejido pulmonar que culmina en el atrapamiento de aire dentro del propio pulmón y su hiperinsuflación (distensión), además de un deficitario intercambio de gases, causa de una insuficiente oxigenación.

El estudio incluyó a hombres y mujeres, de entre 40 y 74 años, diagnosticados de enfisema pulmonar severo con predominio en los lóbulos superiores y disnea (dificultad para respirar) ante un esfuerzo. Los pacientes candidatos se sometieron a pruebas de función respiratoria y de esfuerzo y debían haber abandonado el hábito tabáquico, antes de su participación en el ensayo, según explica la Clínica Universidad de Navarra que, al igual que el Hospital de Bellvitge en Barcelona, es uno de los centros españoles que participa en la investigación.

La investigación dividió a los pacientes de forma aleatoria en dos grupos, uno de control o placebo al que no se le implantaban válvulas endobronquiales hasta pasados tres meses de su incorporación, y otro grupo de pacientes al que sí se le colocaban las válvulas. El seguimiento de los pacientes se mantuvo durante seis meses.

Los resultados del trabajo se analizan actualmente en el Congreso Anual de la Sociedad Europea de Respiratorio que se celebra desde el 18 y hasta el 22 de septiembre en las instalaciones de la Fira de Barcelona, acontecimiento que convoca a cerca de 10.000 especialistas.

RESULTADOS

Según el doctor Luis Seijo, especialista en Neumología de la Clínica Universidad de Navarra e investigador principal del ensayo en este centro médico, el objetivo del procedimiento mediante válvulas perseguía "una mejora de la calidad de vida de los pacientes y una redistribución del volumen pulmonar de los lóbulos superiores más dañados a los lóbulos inferiores más sanos".

Los resultados obtenidos al finalizar el plazo de la investigación constataron mejorías relevantes en un 31 por ciento de los casos estudiados. "Este porcentaje manifestó una mejoría de la calidad de vida muy significativo en un cuestionario especializado y una reducción notable del volumen de los lóbulos pulmonares tratados", subraya el doctor Seijo.

Aunque la calidad de vida mejoró también en algunos pacientes del grupo control por el efecto placebo, ningún paciente de este grupo cumplió con los dos criterios que definen la respuesta clínica.

SISTEMA DE VÁLVULAS

Para implantar las válvulas IBV es preciso practicar una broncoscopia para colocarlas en la vía aérea. "En todos los pacientes se trataban los lóbulos superiores y se colocaban entre 6 y 11 válvulas. La finalidad de estos dispositivos consiste en redistribuir el aire, bloqueando los bronquios que conducen hasta los lóbulos superiores más dañados. De este modo, los lóbulos superiores en lugar de atrapar aire, algo que resulta contraproducente, lo redistribuyen hacia los inferiores", explica el doctor Seijo.

Las válvulas, cuyo tamaño oscila entre 5 y 7 mm, están compuestas de materiales biocompatibles como el poliéster. Su diseño consta de un armazón metálico en forma de paraguas. "Lo que consigue la válvula unidireccional, una vez colocada en el bronquio de interés, -explica el especialista- es que las secreciones y el aire salgan del interior del pulmón, sin permitir la entrada de más aire a la zona tratada. De este modo se consigue desinflar el pulmón enfisematoso, impidiendo el acceso de aire a las zonas más dañadas que no contribuyen a la oxigenación del paciente", advierte.

Al lograr redistribuir una mayor cantidad de aire a los lóbulos inferiores, menos dañados, se consigue mejorar el intercambio de gases y la calidad de vida, destaca el especialista. También se impide la sobredistensión de los lóbulos superiores ya dañados, que produce sensación de ahogo.

"La intención terapéutica es que con estas válvulas el paciente perciba menos disnea al evitar la hiperinsuflación dinámica o la sobredistensión del pulmón, que se interpreta como una sensación de ahogo al realizar esfuerzos", detalla el facultativo.