MADRID 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las terapias farmacológicas contra la enfermedad inflamatoria intestinal pueden interferir en la vida social, familiar y laboral del paciente, según asegura el jefe de Sección de la Unidad de Gastroenterología y Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), el doctor Eugeni Doménech.
A su juicio, los corticoides, o incluso la propia cirugía, pueden conllevar efectos colaterales "que interfieren demasiado a menudo en la vida de los afectados", los cuales son 2.000 nuevos cada año en España. La causa de ello "no se conoce con certeza", aunque lo achaca a "una mayor sospecha clínica y la disponibilidad de mejores y más herramientas diagnósticas".
Además, encuentra una posible explicación al aumento de la incidencia en el incremento de las enfermedades mediadas por inmunidad en los países desarrollados. Por su parte, "descienden las infecciosas clásicas", manifiesta.
Para Doménech, la enfermedad no afecta sólo al plano físico, "sino también al emocional". En la misma línea se muestra la miembro de la Unidad Clínica de Aparato Digestivo del Hospital Reina Sofía de Córdoba, la doctora Valle García Sánchez, que asegura que las patologías que conforman esta enfermedad son "la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn".
En su opinión, todas estas enfermedades afectan a personas "cada vez más jóvenes". Por ello, y debido a su cronicidad en la población joven, suponen "un gran empeoramiento de la calidad de vida", explica la doctora.
DIARREA Y DOLOR ABDOMINAL, ENTRE LOS SÍNTOMAS
Entre los síntomas principales, García Sánchez destaca "la diarrea sanguinolenta y el dolor abdominal en el caso de la colitis ulcerosa; y el dolor abdominal, la diarrea, la fiebre y la pérdida de peso en el caso de la enfermedad de Crohn".
Ante ello, considera "muy importante" el conocimiento y estudio sobre el uso de las distintas terapias alternativas disponibles, algo sobre lo que se ha debatido en el encuentro 'Adacolumn' celebrado en Córdoba. En él, la experta ha indicado que, en los últimos años, "se ha conseguido un mejor control de estas patologías".
Según expone, el objetivo es "inducir la remisión del brote y mantenerla con la mayor eficacia y seguridad posible", todo ello con un mejor uso de los medicamentos tradicionales y con el desarrollo de los fármacos biológicos y nuevos procedimientos terapéuticos "como la granulocitoaféresis".
Ésta última es un procedimiento terapéutico que consiste en la adsorción selectiva de leucocitos de la sangre y cuya principal ventaja es "la eficacia en pacientes con colitis ulcerosa corticodependiente", algo ha destacar, sobre todo, porque "España es el país europeo con mayor experiencia en este tratamiento", concluye.