La terapia hormonal para la disforia de género puede aumentar los riesgos cardiovasculares

Archivo - Medicina, pastilla, píldora.
Archivo - Medicina, pastilla, píldora. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / THOMAS SOLLNER
Publicado: martes, 28 febrero 2023 7:05

MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

Las personas con disforia de género que toman sustitutos hormonales como parte de la terapia de afirmación de género se enfrentan a un riesgo sustancialmente mayor de eventos cardíacos graves, incluyendo accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y embolia pulmonar, según un estudio presentado en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología junto con el Congreso Mundial de Cardiología.

La disforia de género se produce cuando la identidad de género de una persona entra en conflicto con el sexo que se le asignó al nacer. La terapia de afirmación de género, que forma parte de un proceso conocido como transición, incluye diversas intervenciones médicas, psicológicas y conductuales para ayudar a las personas, muchas de las cuales se identifican como transexuales, a adquirir características sexuales secundarias acordes con su identidad de género.

Este estudio es el mayor realizado hasta la fecha para examinar los riesgos cardiovasculares de la terapia de afirmación de género en esta población históricamente poco estudiada.

Las investigaciones previas sobre medicamentos moduladores hormonales se han centrado principalmente en mujeres jóvenes que utilizan anticonceptivos hormonales o en mujeres mayores tras una histerectomía o durante la menopausia. En estas poblaciones, la terapia hormonal sustitutiva a largo plazo se ha asociado a un mayor riesgo de cáncer de mama, accidentes cerebrovasculares y coágulos sanguíneos.

Los investigadores examinaron retrospectivamente las tasas de eventos cardiovasculares en más de 21.000 personas con disforia de género de una base de datos nacional de registros hospitalarios, de las cuales 1.675 habían utilizado terapia hormonal sustitutiva.

Normalmente, las personas asignadas al sexo masculino al nacer reciben estrógenos y las asignadas al sexo femenino al nacer, testosterona. Los resultados generales revelaron que los sustitutos hormonales se asociaban a tasas más elevadas de episodios cardiacos, en su mayoría relacionados con coágulos sanguíneos peligrosos, pero no a tasas más elevadas de mortalidad.

"Se trata de riesgos y beneficios. Empezar la transición es una parte importante de la vida de una persona y le ayuda a sentirse más ella misma, pero la terapia hormonal sustitutiva también tiene muchos efectos secundarios; no es una tarea exenta de riesgos", explica el doctor Ibrahim Ahmed, residente de tercer año en el Mercy Catholic Medical Center de Darby (Estados Unidos) y autor principal del estudio.

En el estudio, las personas con disforia de género que habían utilizado alguna vez sustitutivos hormonales presentaban un riesgo casi siete veces mayor de ictus isquémico (obstrucción de un vaso que suministra sangre al cerebro), casi seis veces mayor de infarto de miocardio con elevación del ST (el tipo más grave de infarto de miocardio) y casi cinco veces mayor de embolia pulmonar (obstrucción de una arteria del pulmón), en comparación con las personas con disforia de género que nunca habían utilizado sustitutivos hormonales.

La terapia hormonal sustitutiva no se asoció a ningún aumento de muertes por ninguna causa ni a mayores tasas de fibrilación auricular, diabetes, hipertensión, ictus hemorrágico o insuficiencia cardiaca.

Se sabe que tanto el estrógeno como la testosterona aumentan la actividad coagulante de la sangre, lo que podría explicar el aumento de episodios cardiovasculares relacionados con la coagulación, señalan los investigadores. Las que tomaban terapia hormonal sustitutiva también presentaban tasas más elevadas de trastornos por consumo de sustancias e hipotiroidismo.

"El estudio de los antecedentes médicos y familiares de una persona debería formar parte del protocolo de detección antes incluso de iniciar la terapia hormonal sustitutiva --señala Ahmed--. También es importante que las personas que se planteen esta terapia sean conscientes de todos los riesgos".

Una limitación del estudio es que sólo tuvo en cuenta si los individuos habían utilizado alguna vez algún tipo de terapia hormonal sustitutiva. Para fundamentar mejor las decisiones clínicas, los investigadores señalaron que sería útil evaluar si la duración del tratamiento, la edad a la que se inicia o el tipo de terapia hormonal utilizada afectan a los riesgos.

"Tengo curiosidad por ver si el método de administración altera los resultados --confiesa Ahmed--. ¿Una forma de administrar la terapia hormonal sustitutiva es mejor o se asocia a un menor riesgo de resultados cardiovasculares? Si es así, entonces ese debería ser el enfoque para la forma en que damos a estos pacientes su terapia de reemplazo hormonal en el futuro".

Además de considerar formas de mitigar los posibles riesgos cardiovasculares antes de iniciar la terapia de reemplazo hormonal para pacientes individuales, los investigadores apuntan que será importante seguir estudiando los posibles efectos cardiovasculares a largo plazo y otros efectos sobre la salud de las terapias de afirmación de género a medida que el uso de estas terapias se vuelve más común.