MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
Tener problemas para conciliar el sueño predice un deterioro cognitivo en la edad adulta, según ha puesto de manifiesto un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) y que ha sido publicado en la revista 'Sleep'.
En concreto, el trabajo, en el que se han analizado a 2.500 adultos, evidenció que tener problemas para conciliar el sueño, en comparación con otros patrones de insomnio, era el síntoma principal de insomnio que predijo el deterioro cognitivo 14 años después.
Los problemas más frecuentes para conciliar el sueño predijeron una memoria episódica, función ejecutiva, lenguaje, velocidad de procesamiento y rendimiento visuoespacial más deficientes. Asimismo, un análisis adicional encontró que las asociaciones entre el inicio del sueño y la cognición posterior se explicaron parcialmente tanto por los síntomas depresivos como por las enfermedades vasculares en 2014 para todos los dominios, excepto la memoria episódica, que solo se explicaba parcialmente por los síntomas depresivos.
"Si bien existe una creciente evidencia de un vínculo entre el insomnio y el deterioro cognitivo en los adultos mayores, ha sido difícil interpretar la naturaleza de estas asociaciones dada la forma en que el insomnio y el deterioro cognitivo pueden presentarse entre los individuos", han detallado los expertos.
El insomnio implica dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, o despertarse regularmente antes de lo deseado, a pesar de permitir suficiente tiempo en la cama para dormir. Los síntomas diurnos incluyen fatiga o somnolencia; sentirse insatisfecho con el sueño; tener problemas para concentrarse; sentirse deprimido, ansioso o irritable; y tener poca motivación o energía.
"Estos resultados son importantes dada la falta de tratamientos disponibles actualmente para los trastornos cognitivos de la vejez, como la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Estos resultados sugieren que la detección regular de los síntomas del insomnio puede ayudar a rastrear e identificar a las personas con problemas para conciliar el sueño en la mediana o avanzada edad que podrían estar en riesgo de desarrollar deterioros cognitivos en el futuro", han zanjado los expertos.