Tener espacio verde cerca del hogar en la infancia, vinculado a menos problemas respiratorios de adulto

Árboles en el Retiro
AYUNTAMIENTO DE MADRID - Archivo
Actualizado: miércoles, 19 septiembre 2018 7:50

MADRID 19 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los niños que tienen acceso a espacios verdes cerca de sus hogares tienen menos problemas respiratorios, como asma y sibilancias, en la edad adulta, según una nueva investigación que se presenta este miércoles en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea, que se celebra en París, Francia. En contraste, los niños que están expuestos a la contaminación del aire tienen más probabilidades de experimentar problemas respiratorios cuando son adultos jóvenes.

Hasta ahora, se sabe poco sobre la asociación entre la exposición a la contaminación del aire de niño y los problemas respiratorios a largo plazo en la edad adulta. RHINESSA es un gran estudio internacional que ha estado investigando la salud pulmonar en niños y adultos en siete países europeos, y que tiene información sobre la exposición a áreas verdes cerca de la residencia y la contaminación del aire desde el nacimiento en adelante en varios centros de estudio.

En un nuevo análisis, la doctora Ingrid Nordeide Kuiper, del Departamento de Medicina Ocupacional del Hospital Universitario de Haukeland, en Noruega, y sus colegas analizaron los datos de "verdor" de 5.415 participantes con edades comprendidas entre 18 y 52 años, aportados por los centros RHINESSA en Tartu (Estonia) , Reykjavik (Islandia), Uppsala, Gotemburgo y Umea (Suecia) y Bergen (Noruega); también analizaron datos de contaminación del aire de 4.414 participantes, aportados por centros en Uppsala, Gotemburgo, Umea y Bergen.

Observaron cuántas personas sufrían de más de tres síntomas respiratorios, sibilancias graves (en las que la persona experimentó sibilancias durante el último año, pero no tenían resfriado) y asma de inicio tardío (asma que comenzó después de los diez años). Los síntomas respiratorios que se incluyeron fueron: silbidos en el pecho o sibilancias; dificultad para respirar cuando se producen las sibilancias; sibilancias o silbidos sin resfriado; el pecho apretado al despertar; ser despertado por un ataque de dificultad para respirar; ser despertado por tos; ataque de asma; y tomar medicación para el asma.

Los investigadores calcularon la exposición anual promedio a tres contaminantes atmosféricos: dos tamaños de partículas finas (PM2.5 y PM10) y dióxido de nitrógeno (NO2) desde el nacimiento de un niño hasta los 18 años. También calcularon la exposición promedio anual al "verdor" "en una zona de 100 metros alrededor de la dirección de la casa durante el mismo periodo. El "verdor" se evalúa mediante un Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI, por sus siglas en inglés), que utiliza imágenes satelitales para cuantificar la cantidad de vegetación en un área.

CONTAMINANTES EN LA INFANCIA, LIGADOS A SÍNTOMAS RESPIRATORIOS

Un total de 608 participantes (12 por ciento) tuvieron más de tres síntomas respiratorios, 384 (7,7 por ciento) sufrieron sibilancias severas y 444 (9,4 por ciento) presentaban asma de inicio tardío. "Estos son resultados preliminares --dice Kuiper--, pero encontramos que la exposición al verdor durante la infancia se relacionó con menos síntomas respiratorios en la edad adulta, mientras que la exposición a contaminantes del aire en la infancia se vinculó con más síntomas respiratorios en la edad adulta y asma de inicio tardío".

Los ejemplos de hallazgos de los diferentes centros que aportaron datos para el análisis mostraron que, en Bergen, la exposición a PM2.5 y NO2 aumentó la probabilidad de aparición tardía de asma en un 6-22 por ciento; la exposición a PM10 elevó la probabilidad de desarrollar síntomas respiratorios en un 21 por ciento en Uppsala y en un 23 por ciento en Bergen; la exposición al verdor antes de los diez años se vinculó con una probabilidad del 71 por ciento menor de sibilancias en Tartu, y la exposición al verdor entre las edades de 11 y 18 años se asoció con una probabilidad un 29 por ciento menor de síntomas respiratorios y una probabilidad 39 por ciento menor de sibilancias en Tartu.

"Necesitamos analizar estos hallazgos aún más antes de extraer conclusiones definitivas. Sin embargo, es probable que nuestros resultados amplíen sustancialmente nuestro conocimiento sobre los efectos a largo plazo de la contaminación del aire y el verdor, permitiendo a médicos, científicos y legisladores ver la importancia de la exposición a la contaminación y el acceso a espacios verdes, y ayudar a mejorar la salud pública --señala Kuiper--. Realizaremos más análisis que incluyen más centros que participan en el estudio RHINESSA, y también queremos ampliar los análisis para analizar los efectos de la exposición a la contaminación del aire y el verdor a través de las generaciones".

Y concluye: "Creemos que nuestros resultados, vistos junto con los resultados anteriores, serán de particular valor para los planificadores y formuladores de políticas urbanos: con el aumento de la densidad de población en los próximos años será vital incluir una disminución de las exposiciones a la contaminación atmosférica y un aumento en el acceso a espacios verdes en futuros planes urbanos y regulaciones sociales ".

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