VALNCIA, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
El catedrático de Oftalmología de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Jorge Alió ha realizado una serie de recomendaciones para cuidar la vista en el teletrabajo, actividad que se ha multiplicado debido a la pandemia de Covid-19.
El doctor subraya que en estos días la población está "afrontando una pandemia mundial que afecta, no solamente a sus vidas presentes, sino que sin duda alguna tendrá un impacto inmenso en el futuro" y cree que "este modelo se consolidará como una nueva forma de trabajar en el futuro".
Por ello, el especialista ha remitido a los medios un artículo en el que hace unas consideraciones sobre las condiciones en las que se debe realizar este teletrabajo para la conservación de la salud visual.
En el teletrabajo se utilizan pantallas de ordenador, habitualmente de plasma, con colores, letras en blanco y negro, sobre fondos blancos, con gran contraste. El tamaño de la letra puede ser variable y la distancia de trabajo suele ser de 70 cm. Contrasta con la lectura sobre papel, en la que la distancia es más corta (unos 40 cm), el contraste sobre fondo blanco no es tan destacado y el tamaño de la letra es constante.
Entre las "pautas reconocidas y con aval científico" para mejorar las condiciones de trabajo que recoge el doctor Alió figura la de ajustar un tipo de letra para la lectura con el que el usuario se encuentre cómodo. Advierte en este punto que con la edad se va perdiendo capacidad de visión cercana y, a partir de los 40 años, se tiene universalmente la presbicia, vista cansada etc.
Por tanto, la distancia para trabajar, que es de 70 cm en el teletrabajo, es un entorno mejor que el de la lectura normal sobre papel. Si bien, se puede necesitar el uso de gafas o el aumento de la letra en presbicias incipientes.
También apuesta por ajustar el contraste de fondo de la pantalla.
Una de las causas de fatiga más frecuentes en el trabajo con pantallas de ordenador es el excesivo contraste del fondo (intensamente blanco) sobre letra negra, y es aún más notable cuando se usan colores. El contraste debe ser suficiente para estar cómodos, pero no excesivo, ya que fatigaría y saturaría.
En esta línea, hay que ajustar los colores que sean más cómodos de acuerdo con los niveles de brillo. El uso de colores en pantallas es una gran ventaja, pero el excesivo brillo satura los foto-receptores retinianos, causando sobrecarga metabólica. El ajuste cromático es necesario para que el esfuerzo sea más soportable en aquellas personas que van a estar largas horas utilizando estas pantallas con datos coloreados o imágenes de intenso color, apunta.
Sobre el tiempo de trabajo, el facultativo señala que cada dos horas de trabajo es conveniente descansar 5 o 10 minutos, distrayéndose y relejando la mirada de lejos, lo que aumenta la eficacia.
Otra recomendación es usar lágrima artificial. Se ha estimado que el uso de pantallas de ordenador, y la lectura sobre ellas, disminuye la frecuencia de parpadeo en un 80%. Es decir, que la distribución de las lágrimas se ve afectada. Y es que con un 20% de parpadeo debe estar adecuadamente distribuida sobre la superficie corneal.
Como esto no ocurre en personas de edad, sobre todo media y ya mayores, y en particular en mujeres tras la crisis hormonal de la menopausia, el uso de lágrima artificial es una gran ventaja.
Por tanto, sugiere tener a mano lágrima artificial conveniente, recomendada por un oftalmólogo y en especial con ácido hialurónico al 0,1 o 0,2%, y usarla cada 4 horas.
Además, aquellos que utilicen gafas de lejos deben ajustarlas para cerca, en particular, es importante para hipermétropes y aquellos que tengan astigmatismo. Al no usar gafas estos defectos provocan dolor de cabeza y síntomas de fatiga visual, que pueden limitar en el teletrabajo.
Jorge Alió es catedrático de Oftalmología de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y creador del concepto de la cirugía microincisional de cataratas (MICS, por sus siglas en inglés). Ha sido pionero en el área de Lentes Intraoculares Multifocales (IOL, por sus siglas en inglés), en la cirugía refractiva con láser excimer y en Lentes Intraoculares Multifocales (IOL) fáquicas, con más de 50.000 intervenciones durante su vida profesional.
Actualmente es miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Europea de Cataratas y Cirugía Refractiva (ESCRS, por sus siglas en inglés). Entró en la lista 'Forbes' de los 100 mejores médicos de España, siendo uno de los seis oftalmólogos españoles mencionado.