Institutos tecnológicos de REDIT diseñan soluciones de diagnóstico "a tiempo real" que permiten reducir esperas, pruebas y desplazamientos
VALNCIA, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
La pandemia de la Covid-19 ha vuelto a poner de relieve la importancia de contar con un sistema sanitario potente, dotado de los recursos y medios técnicos necesarios para atender a los usuarios. Una crisis sanitaria como la actual agrava los problemas de listas de espera, ralentiza pruebas, la situación de pacientes crónicos y reduce las visitas al médico por dolencias más allá del coronavirus.
De ahí la importancia de contar con soluciones tecnológicas que ayuden a la 'detección precoz' de enfermedades y patologías, un ámbito en el que la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (REDIT) lleva trabajando tiempo y que le ha llevado a diseñar tecnología fotónica capaz de diagnosticar un cáncer "a tiempo real", robots colaborativos, inteligencia artificial e incluso apps que permitirán reducir pruebas y visitas al hospital, afinar el diagnóstico médico y evitar que las dolencias empeoren.
Desde el Instituto Tecnológico de la Alimentación (AINIA) se ha investigado la aplicación de tecnologías fotónicas e inteligencia artificial para la detección precoz de células cancerígenas, principalmente en cáncer de colon y de piel. El método, cuyos resultados ya han sido validados, está ahora en fase de transferencia para desarrollar un dispositivo en el mercado "asequible a centros médicos".
Su utilización permitirá, mediante sensores fotónicos y herramientas de escaneo, explorar de manera "no invasiva" las cavidades y tejidos internos de los pacientes para obtener un diagnóstico rápido 'in situ', ha explicado a Europa Press el jefe Departamento Automatización Inteligente de Ainia, Ricardo Díaz.
Pero este proyecto, denominado 'Medicasan' e impulsado por el Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (IVACE) a través de Fondos FEDER, no es el único en el que trabaja el Ainia. También tiene en marcha un proyecto piloto para desplegar equipos con tecnología 5G que permitan avanzar en la 'telemedicina' y posibiliten a los especialistas explorar "a distancia" a los pacientes aunque estén en otro centro y guiar tanto al robot como al usuario.
Para Díaz, la "robótica colaborativa" puede ser muy útil ya que automatiza procesos y mejora la productividad, pero además aumenta la seguridad de las exploraciones y puede manejar pequeñas cargas.
Según el experto, contar con este tipo de tecnologías de detección precoz y que permiten dar un diagnóstico con precisión "a tiempo real" es "clave" para reducir tiempos de espera entre pruebas y resultados, reducir también el número de pruebas necesarias y evitar muchos desplazamientos, por ejemplo a enfermos crónicos.
También el Instituto de Biomecánica (IBV) trabaja en la detección precoz de enfermedades a partir de la imagen médica para "ayudar" con tecnologías de inteligencia artificial a un diagnóstico precoz de patologías degenerativas, ya sea de rodilla, del cartílago articular o lesiones de ligamentos, ha explicado a Europa Press el director del Área de Mercado de Salud del IBV, Carlos Atienza.
Para ello, el IBV colabora con la compañía de servicios médicos ASCIRES en el marco del proyecto 4Health, cofinanciado por el IVACE y Fondos FEDER, en metodologías de cribado o preclasificación de patologías osteoarticulares mediante el uso de técnicas de inteligencia artificial.
Además, el instituto tecnológico trabaja en la valoración y análisis de la actividad humana, del movimiento, con marcadores que comparan la situación del paciente respecto a parámetros de normalidad en patologías lumbares, cervicalgias, problemas de hombro, de rodilla o de cadera. Para ello utiliza una base de datos con sistema de clasificación con inteligencia artificial.
También está trabajando en proyectos con IST, IFIC y La FE donde utiliza tecnología 3D para reproducir una columna vertebral con precisión y ver cómo evoluciona su curvatura o una deformidad, sin necesidad de tener que "irradiar" al paciente con otro tipo de pruebas. De este modo, se puede hacer un seguimiento más constante de la evolución de una dolencia y tratar una deformidad en "etapas preliminares" con un corsé por ejemplo, mientras que si se deja avanzar se expone a una operación, con los riesgos y molestias que conlleva, ha apuntado Atienza.
EVALUACIÓN DE RIESGOS
La marcha de las personas es otro de los ámbitos que analiza el Instituto de Biomecánica para detectar a través del análisis de la*marcha de las personas si puede haber una disfunción en alguna parte del cuerpo o evaluar también el riesgo de caídas con el equipo FallSkip. En este caso se utiliza una app en el móvil para registrar la marcha pero "en un futuro podremos utilizar hasta los relojes", ha augurado el experto.
En temas de salud laboral, el IBV ha desarrollado el software ergoIA que mediante el análisis de los movimientos a partir de videos, sin marcadores, de las personas en el puesto de trabajo, analiza dichos movimientos repetitivos que a la larga pueden generar una patología permitiendo tomar acciones como modificar las pautas de trabajo o adaptar mejor el puesto a la persona que lo ocupa. "Va muy bien para la evaluación del lugar de trabajo permitiendo realizar una prevención de riesgos para la salud del trabajador", ha concluido.