MADRID 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una técnica que identifica la acumulación de depósitos proteínicos anormales relacionados con la enfermedad de Parkinson podría ayudar a su detección precoz y desempeñar un papel clave en el diagnóstico clínico y la caracterización de la enfermedad, según publican los investigadores en la revista 'The Lancet Neurology'.
Los resultados del estudio confirman que la técnica --conocida como ensayo de amplificación de semillas de alfa-sinucleína (alfaSyn-SAA, por sus siglas en inglés)-- puede detectar con precisión a las personas con la enfermedad neurodegenerativa y sugiere que puede identificar a los individuos en riesgo y a aquellos con síntomas tempranos no motores antes del diagnóstico. La presencia de agregados de proteína alfa-sinucleína mal plegada en el cerebro es el sello patológico de la enfermedad de Parkinson.
El coautor principal, el catedrático Andrew Siderowf, de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) e investigador de la Iniciativa de Marcadores de Progresión del Parkinson (PPMI, por sus siglas en inglés), explica que "reconocer la heterogeneidad en la patología subyacente entre los pacientes con enfermedad de Parkinson ha sido un reto importante".
"Identificar un biomarcador eficaz para la patología de la enfermedad de Parkinson podría tener profundas implicaciones en la forma en que tratamos la afección, haciendo potencialmente posible diagnosticar antes a las personas, identificar los mejores tratamientos para diferentes subconjuntos de pacientes y acelerar los ensayos clínicos", añade.
Destaca que sus hallazgos "sugieren que la técnica alfaSyn-SAA es altamente precisa en la detección del biomarcador de la enfermedad de Parkinson independientemente de las características clínicas, haciendo posible el diagnóstico preciso de la enfermedad en pacientes en etapas tempranas".
Por otra parte, también indican que la alfa-sinucleína mal plegada es detectable antes de que el daño dopaminérgico en el cerebro esté a punto de ser observado por imágenes, "lo que sugiere la propagación ubicua de estas proteínas mal plegadas antes de que se haya producido un daño neuronal sustancial", añade el coautor principal del estudio Luis Concha, director de investigación y desarrollo de Amprion (Estados Unidos).
El nuevo estudio es el mayor análisis del rendimiento diagnóstico de alfaSyn-SAA para la enfermedad de Parkinson. Aunque investigaciones previas han demostrado que el alfaSyn-SAA puede distinguir claramente entre individuos con enfermedad de Parkinson y personas sin la afección, hasta ahora no se habían realizado estudios a gran escala que incluyeran una gama tan amplia de participantes cuidadosamente descritos.
Los autores evaluaron la utilidad del alfaSyn-SAA para identificar la heterogeneidad subyacente en personas con enfermedad de Parkinson, y su capacidad para detectar signos tempranos de la afección, utilizando datos de la cohorte de la Iniciativa de Marcadores de Progresión del Parkinson (PPMI, por sus siglas en inglés).
Entre los 1.123 participantes en el análisis había individuos con un diagnóstico de enfermedad de Parkinson y personas en riesgo con variantes genéticas (GBA y LRRK2) vinculadas a la condición. También se incluyeron los llamados participantes prodrómicos.
Estas personas tenían síntomas no motores --alteraciones del sueño o pérdida del olfato-- que pueden ser signos tempranos de la enfermedad de Parkinson, pero no habían sido diagnosticados con la enfermedad y no tenían ninguno de los síntomas motores típicos, como temblores o rigidez muscular, que aparecen más tarde en el desarrollo de la enfermedad.
Las muestras de líquido cefalorraquídeo de cada participante se analizaron utilizando alfaSyn-SAA. Los resultados de los análisis confirman que el alfaSyn-SAA identifica a las personas con enfermedad de Parkinson con gran precisión, con resultados positivos en el 88% de todos los participantes con diagnóstico (combinando casos esporádicos y genéticos).
En los casos esporádicos --aquellos sin causa genética conocida-- el 93% de los individuos tuvieron un resultado positivo de alfaSyn-SAA. Sin embargo, los resultados variaron para las personas con formas genéticas de la enfermedad de Parkinson, con un 96% de aquellos con la variante GBA teniendo un resultado positivo de alfaSyn-SAA, comparado con el 68% de aquellos con LRRK2.
La mayoría de los participantes prodrómicos tuvieron resultados positivos de alfaSyn-SAA, indicando que tenían agregados de a-sinucleína a pesar de no haber sido diagnosticados aún con la enfermedad de Parkinson.
Entre aquellos reclutados en base a su pérdida de olfato, el 89% (16/18 participantes) tuvieron resultados positivos de alfaSyn-SAA. Del mismo modo, en las personas con trastorno del comportamiento del sueño REM, un trastorno del sueño que se sabe que es un precursor de la enfermedad de Parkinson, los resultados positivos de alfaSyn-SAA estuvieron presentes en el 85% (28/33) de los casos. Ninguna otra característica clínica se asoció con un resultado positivo de alfaSyn-SAA.
En los participantes portadores de las variantes LRRK2 o GBA pero sin diagnóstico de enfermedad de Parkinson o síntomas prodrómicos -conocidos como portadores no manifiestos (NMC, por sus siglas en inglés)- el 9% (14/159) y el 7% (11/151), respectivamente, tuvieron resultados positivos de alfaSyn-SAA.
La característica clínica que más fuertemente predijo un resultado positivo de alfaSyn-SAA fue la pérdida del olfato, uno de los síntomas más comunes en personas prodrómicas y aquellas con diagnóstico de enfermedad de Parkinson. Entre todos los participantes con enfermedad de Parkinson que presentaban pérdida de olfato, el 97% tenía alfaSyn-SAA positivo en comparación con el 63% de aquellos cuyo sentido del olfato no había cambiado.
"Mientras que la pérdida del olfato parece ser un fuerte predictor de la enfermedad de Parkinson, es importante señalar que este estudio identificó individuos con resultados positivos de alfaSyn-SAA, pero que aún no habían perdido su sentido del olfato, lo que indica que la patología de la alfa-sinucleína puede estar presente incluso antes de que haya una pérdida medible del sentido del olfato", explica.
También se observaron algunas diferencias en los resultados del alfaSyn-SAA en función de la edad y el sexo, particularmente entre las personas con una mutación en LRRK2. Mientras que el 55% de las mujeres participantes en la enfermedad de Parkinson con una variante en LRRK2 tuvieron un resultado positivo de alfaSyn-SAA, la cifra para los hombres fue del 79%.
Las personas con una variante de LRRK2 y resultados negativos de alfaSyn-SAA también tendían a ser mayores (69 años frente a 62 años) que aquellos con resultados positivos de alfaSyn-SAA. Entre hombres y mujeres con enfermedad de Parkinson esporádica o asociada a GBA, los resultados no difirieron.
Los datos de la autopsia de 15 participantes, todos con un diagnóstico de enfermedad de Parkinson en vida, mostraron que 14 tenían patología típica y eran alfaSyn-SAA positivos. El único caso alfaSyn-SAA negativo era un individuo cuyo sentido del olfato no había cambiado en vida y que también portaba la variante LRRK2.