El TDAH ni se cura ni desaparece al crecer: la psiquiatra Juncal Sevilla desmonta el gran mito sobre este trastorno

Archivo - Madre estresada sentada en el sofá mientras sus hijos corren por la sala de estar. Hijo e hija hiperactivos. Hermanos activos persiguiéndose unos a otros en la casa.  TDAH
Archivo - Madre estresada sentada en el sofá mientras sus hijos corren por la sala de estar. Hijo e hija hiperactivos. Hermanos activos persiguiéndose unos a otros en la casa. TDAH - PEOPLEIMAGES/ ISTOCK - Archivo
Infosalus
Publicado: lunes, 27 octubre 2025 8:31

   MADRID, 27 Oct. (EDIZIONES) -

   "Nadie se plantea que un niño con autismo deje de tener autismo, pero en el TDAH todavía hay mucho desconocimiento sobre él y se piensa que cuando las personas crecen dejan de tener esta condición, cuando no es así. El TDAH es difícil de diagnosticar porque se confunde con mala educación, con conductas desafiantes, o con cosas que no se deben hacer, muchas veces. El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que afecta al desarrollo cerebral pero también a todo el desarrollo de la persona".

   Así lo asegura en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus la doctora Juncal Sevilla, psiquiatra y experta en TDAH del adulto, así como persona con TDAH, y quien afirma que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad no desaparece cuando te conviertes en adulto, pese a la creencia.

   Sí indica que, al terminarse el neurodesarrollo, que en el TDAH es más tardío, "un par de año de retraso respecto a la edad cronológica", la hiperactividad, que es el "síntoma nuclear", por el propio desarrollo neuromotor del cuerpo se va atenuando, dado que el cerebro va madurando, y junto con la educación y con la adaptación social, se va aprendiendo a que no hay que levantarse en clase, o a hablar cuando se está escuchando en una reunión, por citar algunos ejemplos.

   Precisamente, esta psiquiatra referente nos da esta entrevista con motivo del Día Nacional del TDAH este lunes 27 de octubre, y con motivo de la reciente publicación de su libro 'TDAH en el adulto' (Aguilar).

   "En la edad adulta, este síntoma se atenúa por naturaleza, pero el patrón hiperactivo siempre está presente, y puede llevar a nuestro hijo a un experto por un patrón disruptivo pero hace sufrir mucho a quien lo padece porque no es algo que esa persona realiza de manera voluntaria. Sabe que molesta al de al lado, por ejemplo, pero es algo que le cuesta controlar", agrega.

   También dice que hay una hiperactividad muy sutil, y que sobre todo afecta a las mujeres, por el componente hormonal, y por el que, por ejemplo, esa persona no puede dejar de morderse las uñas, dejar de hacer garabatos mientras habla por teléfono, tener que cambiar constantemente de postura, aunque termina normalizándolo todo.

EL TDAH EN EL ADULTO TIENE ETAPAS: LA INFLUENCIA DEL ENTORNO

   "Dependiendo de la edad a la que se diagnostique y se inicie el tratamiento será mejor. Cada minuto de retraso es un minuto de vida a largo plazo por todo lo que conlleva el TDAH que resta a la persona", subraya. Explica la doctora Sevilla que incluso hay casos que han sido tratados y que han tomado medicación, si bien considera que la calidad de vida y la funcionalidad de una persona neurotípica nunca se alcanza al 100% porque por mucho que se intente trabajar, "como va escrita en los genes, porque el TDAH es una herencia poligénica, es muy variable a lo largo de la vida, esta genética puede atenuarse en función del entorno".

   Así con todo, esta psiquiatra refiere que "el TDAH no se cura, no se va" sino que en la adultez tiene etapas donde se manifiesta más, mientras que hay otras en las que menos, en función de la terapia que se haga, de si se es constante en el tratamiento, de los factores ambientales positivos o negativos. "El TDAH no es una entidad estática, y varía mucho su expresión, en función de la etapa de la vida de la persona", sostiene.

MUCHOS ADULTOS SIN DIAGNOSTICAR

   "Hay muchos adultos sin diagnosticar, a pesar de que hay una caza de brujas con respecto al sobrediagnóstico", prosigue Juncal Sevilla, y porque dice que las personas con TDAH en la edad adulta se han adaptado a lo que la sociedad les ha impuesto, si bien remarca que lo que se lleva dentro es difícil de explicar: "Soy médico, saque el MIR a la primera, me doctoré, he sido profesora en la Universidad Autónoma de Madrid, y tengo un currículo que nadie diría que es el de una persona que tiene TDAH, pero dentro de mí están las sensaciones de autocrítica, de autoexigencia, del tener que demostrar".

   Entonces, cuenta que muchos adultos con TDAH se conocen como temperamentales, despistados, compulsivos, durante toda su vida, y en ocasiones es algo que se da a diario, impidiéndoles hacer una vida funcional, y tener una calidad de vida, aunque lo parezca, si bien hasta la publicación del DSM-V no se registraba este posible diagnóstico.

   Luego, cuando se ha podido diagnosticar ha venido la segunda parte que es que hay que conocer a la persona con TDAH, hacerles una entrevista, hay muchos matices que no vienen en los criterios diagnósticos como la desregulación emocional, que no figura como criterio clínico porque los expertos no se ponen de acuerdo porque también ocurre en otros trastornos y puede dar lugar a confusión; "pero es un síntoma que afecta mucho al TDAH porque va muy vinculado a la impulsividad", aprecia esta doctora.

   Habla igualmente de cuestiones más sutiles como el desorden, de la dificultad para estimar los tiempos. "Aunque una persona desde fuera sea una persona metódica, organizada, quizás, si abres un cajón de su casa te das cuenta de que eso no es orden".

CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DEL TDAH EN EL ADULTO

   En el libro señala también que un niño o un adulto que tiene TDAH es lo mismo que afirmar que sus funciones ejecutivas no funcionan adecuadamente, es alguien que tiene una severa falta de motivación, y que no puede autorregular sus emociones.

   "Un adulto que en una reunión de equipo no se ha enterado bien, que no ha apuntado cuando es la fecha del examen, que tiene despistes, que vive con la angustia de que ha metido la pata cuando no debía por la impulsividad. Luego está la mortalidad asociada y la morbilidad, como accidentes de tráfico y domésticos, y todo tipo de cosas que te pasan por simples despistes o por no haber anotado algo y todo se va haciendo una bola", avisa la doctora Sevilla.

   Es más, luego cita que se encuentran los circuitos de recompensa y la motivación, regulados por la dopamina y por la noradrenalina, y que en el TDAH no están bien regulados, de manera que una persona con TDAH va a necesitar un estímulo mayor al neurotípico para ponerse en marcha. "Son personas que se aburren fácilmente, que siempre se necesitan retos, y que los hacen con 'deadline' porque si no no lo harán", agrega.

   Se encontraría igualmente el TDAH adulto la falta de control de impulsos, que trae consigo muchos problemas, según reconoce, porque no se controlan las emociones y se es muy severo, y algo que puede meterte en muchos problemas; aparte de la intensidad emocional: "Es un sello de la casa el no filtrar bien el estímulo; lo bueno y lo malo lo sientes más; todo te afecta porque tu sistema nervioso es diferente y llevo desde la infancia ya con mucho trauma porque he oído mucho que soy una intensa y muy impulsiva".

SÍ SIEMPRE A TRATAR EL TDAH

   Es por ello por lo que esta psiquiatra defiende con ahínco que "en el adulto hay una mochila que si se alivia desde niños con el tratamiento estos vivirán más". "Aunque parezca que no, si hablas con una persona y si le das diagnóstico, esto alivia mucho. Pero las personas con TDAH aprendemos a ser resilientes, a aprender de lo vivido y también hay que aprender a pedir ayuda. Las personas con TDAH y neurodivergencia en general somos presas fáciles a la hora de establecer relaciones de parejas porque se nos puede engañar o manipular mucho. El tándem de neurodivergente, con altas capacidades, con autismo, suele unirse mucho con perfiles narcisistas o manipuladores y cuando te tratas en el adulto es muy duro ver esto", subraya esta doctora.

   Defiende que los fármacos para tratar el TDAH "son fármacos más seguros y con menos efectos secundarios" que otros que se emplean a diario en la consulta, si bien impera en este campo todavía, tal y como lamenta, "una cultura de desconocimiento" sobre si van a enganchar. "Estos fármacos de lo que también te van a proteger es de que te enganches a otras cosas como el cannabis, el alcohol, o a compras compulsivas o autotratarte", sostiene.

   De hecho, en el libro pone sobre la mesa lo habitual que es que las personas con esta condición necesiten un tratamiento para tener una vida funcional, normalizada y, en definitiva, para lograr sus objetivos al igual que el resto y para no estar en desigualdad de condiciones. "El paciente con TDAH adulto es muy complicado, y siempre hay que tratar los síntomas", concluye la doctora Juncal Sevilla, experta en esta condición en el adulto.

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