MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las tasas de incidencia de cáncer colorrectal (CCR) en toda Europa en adultos de 20 a 39 años aumentaron en un 6 por ciento cada año entre 2008 y 2016, según demuestra una nueva investigación. Se utilizaron los datos de 20 registros nacionales europeos de cáncer para analizar las tendencias en las tasas de incidencia de adultos jóvenes con CCR en toda Europa durante los últimos 25 años.
En el caso del cáncer de colon, las tasas de incidencia aumentaron un 1,5 por ciento por año entre 1990-2008 y, más sustancialmente, un 7,4 por ciento anual entre 2008-2016. Para el cáncer de recto, las tasas de incidencia aumentaron un 1,8 por ciento al año desde 1990-2016. En adultos de 40 a 49 años, las tasas generales de incidencia de CCR crecieron un 1,4 por ciento cada año a partir de 2005.
Al presentar la investigación por primera vez en la 'UEG Week Vienna 2018', la doctora Fanny Vuik, de 'Erasmus University Medical Center', en Rotterdam, Holanda, explica: "Somos conscientes de las investigaciones en la población de América del Norte que demuestran que el cáncer colorrectal está aumentando en adultos jóvenes. Sin embargo, en Europa, hasta ahora, la información ha sido limitada y es preocupante ver las sorprendentes tasas de crecimiento del cáncer colorrectal en los jóvenes".
Tradicionalmente considerada como una enfermedad que afecta a personas mayores de 50 años, el CCR es el segundo cáncer más común en Europa, con aproximadamente 500,000 casos nuevos cada año y tasas de incidencia más altas en hombres que en mujeres. Los estudios han encontrado que el CCR de inicio en los jóvenes suele ser más agresivo y es más probable que se diagnostique en una etapa avanzada que el CCR en poblaciones de mayor edad.
"La causa de esta tendencia al alza aún se desconoce, aunque puede estar relacionada con estilos de vida cada vez más sedentarios, obesidad y dietas deficientes, todos los cuales son factores de riesgo conocidos de cáncer colorrectal --agrega Vuik--. Se necesita mayor conciencia y más investigación para dilucidar las causas de esta tendencia y puede ayudar a establecer estrategias de detección para prevenir y detectar estos cánceres en una etapa temprana y curable".
Hay pruebas sólidas de que el cribado del CCR reduce las tasas de incidencia y mortalidad, aunque muchos programas de cribado del CRC en Europa comienzan a la edad de 50 y 55 años. Las desigualdades en el tipo de detección ofrecida, así como las tasas de participación y detección, están actualmente presentes en todo el continente. Vuik agrega: "El mayor incremento en la incidencia se encontró en adultos entre los 20 y los 29 años de edad. Por lo tanto, identificar a los adultos jóvenes con alto riesgo de CCR es esencial para asegurar un diagnóstico temprano y resultados óptimos para el paciente".