MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes con cáncer que experimentaron taquicardia dentro del año posterior al diagnóstico de cáncer tuvieron tasas de mortalidad más altas hasta 10 años después del diagnóstico de taquicardia, según una investigación presentada en la conferencia 'Avance the Cardiovascular Care of the Oncology Patient'. El curso se reúne en Washington este fin de semana y en él se dan cita los mejores expertos en cardiología y oncología para revisar la ciencia nueva y relevante en este campo en rápida evolución.
La taquicardia sinusal es cuando el corazón late más rápido de lo normal mientras está en reposo y puede causar palpitaciones y molestias. Además del tratamiento del cáncer, también puede ocurrir como resultado de otras afecciones, como coágulos de sangre que causan un ataque cardiaco o un derrame cerebral, insuficiencia cardiaca, desmayos o muerte súbita. En el estudio, los autores definieron la taquicardia sinusal como una frecuencia cardiaca de más de 100 latidos por minuto (lpm) diagnosticada mediante electrocardiograma.
"La taquicardia es un proceso secundario a una enfermedad subyacente y refleja el estrés y la enfermedad de los órganos de múltiples sistemas en pacientes con cáncer --apunta uno de los autores del estudio, Mohamad Hemu, residente del 'Rush University Medical Center' en Chicago, Estados Unidos--. Como resultado, el paso inicial más importante es averiguar qué está causando la taquicardia. Se deben descartar las causas reversibles, como la deshidratación y las infecciones. Además, se deben tener en cuenta los procesos cardiopulmonares como la embolia pulmonar y otras arritmias. Una vez que se descartan todas las demás causas de taquicardia, entonces es más probable que la taquicardia sinusal sea un marcador de peor pronóstico en estos pacientes".
Los científicos analizaron a 622 pacientes con cáncer, incluido cáncer de pulmón, leucemia, linfoma o mieloma múltiple, del 'Rush University Medical Center' de 2008 a 2016. Los pacientes eran mujeres en un 60,5 por ciento, el 76,4 por ciento blancos y tenían una edad promedio de 70 años; el 69,4 por ciento de la cohorte se clasificó con cáncer en etapa 4 y el 43 por ciento tenía cáncer de pulmón.
RIESGOS CARDIACOS ÚNICOS EN PACIENTES CON CÁNCER
El estudio incluyó a 50 pacientes con taquicardia y 572 pacientes de control sin taquicardia. Los pacientes incluidos en el estudio tuvieron taquicardia en más de tres visitas clínicas diferentes dentro del año del diagnóstico, excluyendo antecedentes de embolia pulmonar, disfunción tiroidea, fracción de eyección inferior al 50 por ciento, fibrilación auricular y frecuencia cardiaca superior a 180 lpm.
Los científicos evaluaron la mortalidad para los pacientes ajustando los datos por la edad y otras características que fueron significativamente diferentes entre una frecuencia cardiaca de más de 100 lpm y menos de 100 lpm. Las características incluyeron raza, albúmina, hemoglobina, beta bloqueadores, enfermedad renal, uso de anticoagulantes y tipo de cáncer.
También examinaron el ajuste de mortalidad según la edad y otras características clínicamente relevantes, como raza, enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, tabaquismo y radiación. La taquicardia fue un predictor significativo de la mortalidad general en ambos modelos. De los pacientes que experimentaron taquicardia, el 62 por ciento murió dentro de los diez años del diagnóstico, en comparación con el 22,9 por ciento del grupo de control.
"Estamos aprendiendo continuamente acerca de los riesgos de enfermedad cardiaca únicos a los que se enfrentan los pacientes con cáncer, y nuestro estudio muestra que la taquicardia es un pronóstico importante independientemente del tipo de cáncer. Por eso, es de vital importancia gestionar conjuntamente el cáncer y las afecciones cardiacas para garantizar que los pacientes reciben el tratamiento más efectivo posible --dice la autora principal Tochi M. Okwuosa, directora del programa de cardio-oncología en el Centro Médico de la Universidad Rush, en Chicago, Illinois, Estados Unidos--. Sin embargo, debemos realizar más estudios para determinar si la gestión de la taquicardia en pacientes con cáncer tendrá algún efecto sobre la supervivencia".