MADRID, 24 Ene. (EDIZIONES) -
El estrés oxidativo es un estado complejo que ocurre en el organismo por un exceso de radicales libres. Estos son compuestos químicos inestables que pueden ser dañinos para nuestras células, si se encuentran en grandes cantidades. Estos pueden producirse por la exposición a tóxicos como el tabaco o el alcohol, a tóxicos ambientales como la contaminación, o ser consecuencia de malos hábitos alimentarios, o bien de la exposición a la radiación, entre otros factores.
Así lo explica María del Mar Alcarria Águila, que es dietista-nutricionista en Medicadiet y especialista de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, durante una entrevista con Infosalus, quien ensalza en este escenario el papel de los antioxidantes, "los antagonistas de los radicales libres", es decir, unos compuestos químicos que neutralizan estos radicales libres e impiden que causen estos daño en nuestro organismo, según nos aclara.
Precisa esta experta que antioxidantes hay de muchos tipos, pero remarca que aquí vamos a hablar de los que podemos obtener a través de la dieta, precisamente presentes en una gran variedad de alimentos, principalmente de origen vegetal, como las frutas, las verduras, y algunas bebidas como el té, y el café.
Esta especialista diferencia, a su vez, que dentro de los antioxidantes hay diferentes familias:
Polifenoles: los flavonoides (antocianidinas en las fresas, uva roja, manzana roja, y frutos del bosque; catequinas (té verde y cacao); isoflavonas en las sojas y derivados y legumbres; taninos (té, café, granada, espinacas); o los lignanos en los cereales integrales, en las pipas de calabaza, o en las semillas de lino.
Vitaminas antioxidantes: la vitamina E y C principalmente; la vitamina E se encuentra en aceites vegetales como aceites de semillas o frutos secos como almendras y avellanas; mientras que la vitamina C en frutas cítricas como el kiwi, la naranja, el limón, la fresa, y en verduras como los pimientos verdes, la coliflor, o el brócoli, entre otros.
Minerales antioxidantes como el selenio: mineral con gran efecto antioxidante presente en pescados, mariscos, o cereales integrales.
Carotenoides: en un gran número de alimentos de origen vegetal como la zanahoria, el tomate, o el salmón.
Glutatión, un antioxidante que deriva de tres aminoácidos: L-cisteína, ácido L-glutámico y glicina; es importante consumir alimentos que presentan precursores de éste como son los espárragos, las espinacas, el brócoli, el ajo, la col, las cebollas, los berros y las coles de Bruselas; además de algunas especias como el comino y la canela, o la cúrcuma.
FUNCIONES DE LOS ANTIOXIDANTES
Como ya hemos comentado sus principal función es la de neutralizar los radicales libres, y esto se traduce en una mejora del estado de salud general a través de diferentes vías complejas. "Un exceso de radicales libres, es decir, un estado de estrés oxidativo se relaciona con daño en el ADN y por lo tanto con la aparición de cáncer, de enfermedades neurodegenerativas, y con un mayor estado pro-inflamatorio general a nivel metabólico", advierte esta dietista-nutricionista.
Por ello, María del Mar Alcarria Águila destaca que la principal función de los antioxidantes está dirigida a prevenir y a mejorar este estado, es decir, a funciones vasoprotectoras, antinflamatorias, así como al retraso del envejecimiento celular.
Le preguntamos en este sentido sobre si existe una cantidad diaria recomendada de antioxidantes que debamos consumir, a lo que responde que no, si bien sí especifica que lo que sí se conoce es que si llevas una dieta rica en alimentos de origen vegetal, con un aporte de verduras en comida y cena, un aporte diario de frutas y verduras de temporada, ricas en antioxidantes, y con un consumo diario de cereales integrales y de semillas, ya vas a tener un aporte suficiente de estos compuestos.
CUIDADO PORQUE NO SON MÁGICOS
Recalca esta experta de la Fundación Jiménez Díaz en última instancia que los antioxidantes pueden mejorar el estado de salud general y son beneficiosos, pero como todo en la vida "no son mágicos", ni el truco para la "eterna juventud".
"Muchas personas estarán pensando en que la solución más sencilla es comprarse suplementos de estos antioxidantes, ya que podemos encontrarlos en una sola píldora. Sin embargo, esto es un error, ya que la forma en la que se absorben estos compuestos y donde se encuentran es clave para su función. Es decir, dentro de un alimento podemos encontrar diferentes antioxidantes que se complementan entre sí, y que tienen un efecto global mejor que obtenerlos en suplementos por separado", concluye la especialista.
