MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio del Centro de Patología Traslacional de Michigan (Estados Unidos) explica las bases genéticas de una forma rara y agresiva de cáncer de ovario y ofrece una vía potencial para nuevos tratamientos.
El carcinoma seroso de alto grado, el tipo más común de cáncer de ovario, suele comenzar en las trompas de Falopio antes de propagarse a los ovarios y otros órganos pélvicos. El cáncer suele detectarse en una etapa avanzada y se vuelve resistente a las quimioterapias actuales. Su genética subyacente es compleja, con múltiples alteraciones e inestabilidades genéticas. Uno de los genes implicados es el CDK12.
CDK12 DESEMPEÑA UN PAPEL SUPRESOR TUMORAL
En este nuevo estudio, publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' ('PANS'), los investigadores del Centro Oncológico Rogel de la Universidad de Michigan informan sobre un nuevo modelo murino que muestra que CDK12 actúa como supresor tumoral para impulsar el carcinoma seroso de alto grado que surge en el oviducto murino, el equivalente a la trompa de Falopio humana. Un prometedor degradador dirigido a CDK12 y a un gen relacionado, CDK13, puede destruir estos tumores.
"Esta es la primera demostración en un modelo murino de que CDK12 desempeña un papel supresor tumoral en este tipo de cáncer. Al inactivar CDK12, los tumores crecen mucho más rápido y los ratones mueren antes, lo que demuestra que se trata de una forma más agresiva de la enfermedad", recalca el coautor principal del estudio, el doctor Arul M. Chinnaiyan, director del Centro de Patología Traslacional de Michigan y profesor de Patología SP Hicks en Michigan Medicine.
El modelo murino utilizado en este trabajo fue crucial para el descubrimiento. Se basó en un modelo de ingeniería genética creado previamente por la doctora Kathleen R. Cho, en el que se eliminaron en el oviducto del ratón tres genes conocidos por suprimir el desarrollo del carcinoma seroso de alto grado. En este caso, se añadió CDK12 para lograr una inactivación cuádruple de genes.
El resultado permitió a los investigadores observar que, además de impulsar el crecimiento tumoral agresivo, la inactivación de CDK12 desencadenó una respuesta celular inmunitaria, reclutando linfocitos T inmunitario al tumor. Además, los investigadores identificaron un gen asociado, CDK13, como diana para un degradador o inhibidor de CDK12. Un degradador de CDK12/13, junto con inhibidores de puntos de control inmunitarios en el modelo murino, redujo el crecimiento tumoral, lo que sugiere que una terapia combinada podría ser eficaz en este subgrupo de cánceres de ovario.
Si bien se han logrado algunas mejoras en el tratamiento del carcinoma seroso de alto grado, una vez que los pacientes desarrollan resistencia a la quimioterapia de primera línea, la selección de otros agentes quimioterapéuticos es, en gran medida, una cuestión de conjeturas. Se necesitan urgentemente nuevos tratamientos, ya que la supervivencia general de las mujeres con este tipo de cáncer sigue siendo bastante baja.
El equipo de investigadores informó previamente sobre hallazgos similares en el cáncer de próstata, demostrando que CDK12 es un factor clave en la agresividad de la enfermedad. Se sabe que CDK12 desempeña un papel en aproximadamente el 7% de los cánceres de próstata metastásicos y en aproximadamente el 3% de los cánceres serosos tuboováricos de alto grado. No se ha demostrado que esté inactivado en otros tipos de cáncer.
"Los tipos de terapias que podrían probarse en el cáncer de ovario son diferentes a los del cáncer de próstata. En este estudio, combinamos ambas enfermedades y demostramos que los inhibidores o degradadores de CDK12/13 deben considerarse en ambos tipos de cáncer", concluyen los investigadores.
Actualmente, se están desarrollando varios inhibidores de CDK12/13, incluido el compuesto desarrollado por el equipo de la UM. Los investigadores planean seguir desarrollando el degradador de CDK12/13 con el objetivo de llevarlo a ensayos clínicos.