MADRID 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
La exposición de los no fumadores al humo del tabaco es "alarmantemente alta" en el sector hospitalario, en los lugares de trabajo y en los hogares, según los primeros datos de la Encuesta Global sobre Tabaco en Adultos (GATS, por sus siglas en inglés), pertenecientes a cuatro de los 14 países de todo el mundo que participan en este estudio: Polonia, Rusia, Turquía y Ucrania.
Los resultados clave de GATS, un estudio diseñado para estimar la exposición al humo de los no fumadores en Europa, señalan que las políticas que animan a los ciudadanos a convertir sus hogares en espacios libres de humo, de forma voluntaria, pueden "reducir significativamente la exposición de niños y adultos no fumadores al humo del tabaco". Sin embargo, advierten, "estas políticas basadas en decisiones voluntarias han demostrado ser "extremadamente ineficaces" para lugares públicos.
El tabaquismo pasivo genera 172.300 muertes prematuras en los países europeos que pertenecen a la OMS. La exposición al humo en el hogar o el trabajo incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas en los no fumadores en más de un 20 por ciento y de desarrollar un cáncer de pulmón entre un 20 y un 30 por ciento.
La exposición al humo del tabaco del no fumador varía ampliamente. Por ejemplo, esta exposición oscila entre el 4 y el 7 por ciento entre los hombres y el 9 al 11 por ciento entre las mujeres de la región africana, mientras que, en la región europea, en hombres está entre el 35 y el 66 por ciento y en mujeres entre el 31 y el 66 por ciento.
Un reciente análisis comparó tres subregiones de la región europea de la OMS y los porcentajes de tabaquismo pasivo entre adultos fueron "significativamente más bajos" en la subregión A, que comprende España, Andorra, Austria, Bélgica, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Islandia, Irlanda, Israel, Italia, Luxemburgo, Malta y Mónaco, entre otros.
El estudio también detectó inequidades en la carga de enfermedad por el tabaquismo pasivo según el sexo y la edad. Las mujeres soportaban la mayor carga de enfermedad, mientras que los niños eran los más afectados, en términos de enfermedad y calidad de vida.