MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Para ayudar a prevenir la preeclampsia y el parto prematuro, la administración de suplementos de calcio en dosis bajas (equivalente a una pastilla de 500 miligramos por día) puede ser tan eficaz como la indicada actualmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que recomienda la suplementación con dosis altas de calcio (equivalente a tres pastillas de 500 miligramos tomadas cada día), según un nuevo estudio dirigido por la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard (Estados Unidos) y colaboradores en India y Tanzania. Las conclusiones se recogen en 'The New England Journal of Medicine'.
Se trata del primer estudio en evaluar la eficacia de un régimen de dosis baja versus un régimen de dosis alta. Los hallazgos brindan una oportunidad para revisar la recomendación actual de la OMS de que las mujeres con dietas bajas en calcio (la mayoría de las mujeres que viven en países de ingresos bajos y medios) reciban suplementos de calcio en dosis altas durante el embarazo.
Tal y como expone el trabajo, la recomendación actual para las mujeres embarazadas de tomar tres pastillas de calcio por día presenta preocupaciones de viabilidad para las mujeres y de costos para los gobiernos y los programas de salud pública. Es por ello que la mayoría de los países de ingresos medios y bajos no han implementado suplementos de calcio durante el embarazo, lo que deja a las mujeres y a los bebés innecesariamente vulnerables.
Los investigadores realizaron dos ensayos aleatorios, doble ciego de 11.000 mujeres embarazadas en la India y 11.000 mujeres embarazadas en Tanzania para evaluar si 500 mg de calcio por día eran tan efectivos como 1.500 mg de calcio por día para reducir los riesgos de preeclampsia y parto prematuro (definido como el nacimiento antes de las 37 semanas de gestación). Todas las participantes estaban embarazadas por primera vez, lo que las colocaba en mayor riesgo de preeclampsia.
A partir de las 20 semanas de embarazo, recibieron suministros mensuales de suplementos diarios de calcio, que consistían en tres pastillas de calcio de 500 mg o una pastilla de calcio de 500 mg y dos pastillas de placebo. Su salud fue monitoreada durante las visitas a la clínica cada mes de su embarazo, durante el parto y seis semanas después del parto.
El estudio encontró que la suplementación con dosis bajas de calcio era tan efectiva como la suplementación con dosis altas de calcio para prevenir el riesgo de preeclampsia. En el ensayo de la India, la incidencia de preeclampsia fue del 3,0% entre las mujeres que tomaban 500 mg de calcio por día y del 3,6% entre las mujeres que tomaban 1500 mg de calcio por día. En el ensayo de Tanzania, la incidencia de preeclampsia fue del 3,0% y 2,7%, respectivamente.
Los hallazgos sobre el parto prematuro fueron mixtos. En el ensayo de la India, la incidencia de parto prematuro fue del 11,4% entre las mujeres que tomaban 500 mg de calcio por día y del 12,8% entre las mujeres que tomaban 1.500 mg de calcio por día, lo que indica un efecto similar de las dos dosis. En el ensayo de Tanzania, la incidencia de parto prematuro fue ligeramente diferente: 10,4% y 9,7%, respectivamente.
Sin embargo, cuando los investigadores combinaron los datos de ambos ensayos, encontraron que el efecto de la suplementación en dosis bajas no fue significativamente diferente en el parto prematuro en comparación con la suplementación en dosis altas.
Así, los investigadores concluyen que al poder plantear una cantidad reducida de pastillas para las mujeres y por lo tanto costos más bajos para los gobiernos, la suplementación con calcio debería considerarse ampliamente implementable en los lugares donde más se necesita, y debería comenzar a salvar miles de vidas maternas y neonatales.
Pese a ello, los investigadores notaron que el estudio tenía algunas limitaciones. De acuerdo con las pautas éticas, el estudio no incluyó un grupo de placebo, lo que impidió mayores comparaciones entre la suplementación con dosis bajas y altas de calcio y la ausencia de suplementación. Además, debido a que los participantes eran en su mayoría mujeres jóvenes con bajo riesgo de hipertensión crónica, no está claro cuán generalizables son los hallazgos a otras poblaciones de embarazadas.