MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
La supervivencia de los bebés prematuros ha aumentado en todo el mundo. Estudios recientes se han centrado en los resultados de los niños extremadamente prematuros (nacidos a las 22-26 semanas de gestación), pero raras veces se informa de resultados de los niños nacidos muy y moderadamente prematuros (entre 27 y 34 semanas de gestación), por lo que es un reto para los médicos identificar a los niños con mayor riesgo de retraso en el desarrollo posterior.
Así que un equipo de investigadores del Instituto Nacional Francés de Salud e Investigación Médica (INSERM, por sus siglas en francés) comparó las tasas de supervivencia y la supervivencia sin discapacidades neuromotoras y sensoriales como la parálisis cerebral, la ceguera y la sordera, en los niños nacidos vivos a 22-26 , 27-31 y 32-34 semanas de gestación en 1997 y 2011.
Utilizando los datos del estudio EPIPAGE --diseñado para investigar los resultados de los niños prematuros en los últimos 15 años-- se identificaron 5.567 niños nacidos de 22 a 34 semanas de gestación en 2011 en Francia. Se utilizó el cuestionario de edades y estadios (ASQ, por sus siglas en inglés) para evaluar el retraso del desarrollo.
Las tasas de supervivencia sin discapacidad neuromotora y sensorial severa o moderada a los 2 años de edad fueron del 48,5 por ciento para los niños nacidos a las 22-26 semanas de gestación; 90 por ciento a las 27-31 semanas de gestación y 97,5 por ciento a las 32-34 semanas de gestación. Sólo un niño nacido a las 22-23 semanas de gestación sobrevivió.
Después de tener en cuenta los cambios en las características basales de los lactantes a lo largo del tiempo, las tasas de supervivencia y supervivencia sin discapacidades neuromotoras y sensoriales graves o moderadas a los 2 años de edad aumentaron entre 1997 y 2011 para los niños nacidos a las 22-31 semanas de gestación; pero no se encontró ningún cambio en los niños nacidos a las 24 semanas de gestación o antes.
BAJAN LAS TASAS DE PARÁLISIS CEREBRAL
Las tasas de parálisis cerebral disminuyeron un 3,3 por ciento entre los dos periodos de tiempo, lo que fue estadísticamente significativo, a las 24-31 y 32-34 semanas de gestación. Después de excluir a los niños con parálisis cerebral, ceguera, sordera o malformaciones cerebrales congénitas graves, el 50, 41 y 36 por ciento de los niños nacidos entre 24-26, 27-31 y 32-34 semanas de gestación, respectivamente, tenían puntuaciones en el ASQ por debajo del umbral y se consideraron en riesgo de retraso en el desarrollo.
Los retrasos en el desarrollo del lenguaje, así como la menor competencia socio-emocional, se puntuaron más frecuentemente por debajo del umbral. Los autores señalan que se trata de un estudio observacional, por lo que no se pueden sacar conclusiones firmes sobre la causa y el efecto, y esbozan algunas limitaciones que podrían haber introducido sesgos.
Sin embargo, dicen que a pesar de las mejoras en los resultados neuromotores y sensoriales, un alto número de niños nacidos antes de las 34 semanas están en riesgo de retraso en el desarrollo. Y sugieren que el uso de cuestionarios parentales como un primer paso para evaluar el desarrollo "puede permitir que los recursos clínicos se centren en los que tengan más probabilidades de beneficiarse".