MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los modelos neurobiológicos de autocontrol, por lo general, se centran en los mecanismos cerebrales implicados en el control de los impulsos y la regulación de las emociones. Una investigación reciente de la Universidad de Zúrich, en Suiza, muestra que el mecanismo para superar el egocentrismo también facilita el autocontrol, lo que abre nuevas posibilidades para intervenciones terapéuticas.
Situaciones como plantearse comprar un coche nuevo o guardar el dinero para la jubilación, por ejemplo, requieren de auto-control con el fin de resistir la tentadora oferta inmediata por el bien de resultados más importantes en el futuro. Está ampliamente aceptado que el autocontrol está regulado por mecanismos en el área del cerebro llamada la "corteza prefrontal", con la capacidad de mantenerse a raya a uno mismo cuando se ve tentados por ofertas con atractivo inmediato.
Ahora, el estudio de un equipo del Departamento de Economía de la Universidad de Zurich y la Universidad de Dusseldorf, también en Alemania, muestra que un segundo mecanismo también es importante para el autocontrol: ser capaz de dirigir la atención a las necesidades futuras de uno.
El equipo de Alexander Soutschek, Christian Ruff, Tobias Kalenscher y Philippe Tobler investigó una región del cerebro que normalmente nos permite tomar la perspectiva de otra persona durante las interacciones sociales. Para su propia sorpresa, los científicos descubrieron que esta misma área del cerebro también juega un papel crucial en situaciones que requieren autocontrol cuando ninguna otra persona está presente.
SER PACIENTE Y COMPARTIR CON OTRO IMPLICA LOS MISMOS MECANISMOS
En el estudio, los participantes eligieron entre un pago menor que se debía hacer inmediatamente y un pago más grande en el futuro, así como entre un pago que sólo benefició a sí mismos y una rentabilidad que les benefició menos, pero también benefició a otra persona.
Los investigadores utilizaron técnicas de estimulación cerebral no invasivas para interrumpir la activación en la llamada "unión temporo-parietal". Después de interrumpir esta región del cerebro, las personas tendían a tomar decisiones que son a la vez más impulsivas (es decir, la elección de la recompensa inmediata) y más egoístas (la elección de la recompensa para sí mismas solamente) y eran menos capaces de tener en cuenta la perspectiva de otras personas.
Esta asociación entre las bases cerebrales de la toma de perspectiva y la paciencia arroja una nueva luz sobre el autocontrol. "Desde el punto de vista de los nervios, la unión temporo-parietal puede representar el futuro propio como otra persona --explica Alexander Soutschek--. Esto significa que los mismos mecanismos cerebrales son necesarios para ser pacientes para obtener una ganancia en el futuro y para poder compartir con otra persona". Este hallazgo abre nuevas vías para el tratamiento del déficit de autocontrol en los trastornos como la adicción y la obesidad.