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GINEBRA, 6 (EUROPA PRESS)
El Programa para el Medioambiente de la ONU (UNEP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con la Instalación Mundial para el Medioambiente, anunció hoy un nuevo esfuerzo internacional para combatir la malaria con una mayor reducción del pesticida DDT.
Diez proyectos, todos dentro de un programa mundial que implica a cerca de 40 países africanos, la zona del este del Mediterráneo y Asia Central, está previsto que pruebe métodos que no son químicos que van desde eliminar los lugares donde se crían los mosquitos y asegurar las casas con pantallas de malla hasta utilizar peces que coman larvas de mosquito.
Los nuevos proyectos siguen a una manifestación fructuosa de alternativas al DDT en México y América Central, donde las técnicas sin pesticidas han ayudado a reducir la malaria en un 60 por ciento.
Las iniciativas llegan entre la preocupación creciente sobre el uso de este pesticida y la prueba que apuntan a que en numerosos países el mosquito resiste cada vez más al mismo. Sin embargo, la preocupación por este producto coincide con la preocupación por la carga que supone la malaria de la que se producen unos 250 millones de casos al año con cerca de 880.000 muertes.
Así, una reducción en el uso del DDT u otros pesticidas residuales deben asegurar que el nivel de transmisión se interrumpe o se mantiene. Bajo la Convención de Estocolmo la comunidad internacional acordó prohibir varios agentes contaminantes, pero se realizó una exención al uso del DDT para controlar la malaria, puesto que se reconoció que, en algunas situaciones no se podía disponer de métodos de control alternativos.
El objetivo de los nuevos proyectos es conseguir una reducción del 30 por ciento en la aplicación del DDT en todo el mundo hacia el año 2014, y su eliminación total hacia 2020 si no antes. El vicesecretario general de la ONU y director ejecutivo dle UNEP, Achim Steiner, señaló que "los nuevos proyectos subrayan la determinación de la comunidad internacional para combatir la malaria".
"La OMS se enfrenta a un desafío doble, un compromiso de reducir de forma drástica y sostenible la cantidad de enfermedades transmitidas por vectores (un ser vivo que puede transmitir una enfermedad), en particular la malaria, y al mismo tiempo un compromiso hacia el objetivo de reducir la dependencia del DDT en el control de este tipo de enfermedades", manifestó la directora general de la OMS, Margaret Chan.