MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los resultados de un nuevo estudio sugieren que un historial de cálculos renales puede indicar un mayor riesgo de complicaciones metabólicas e hipertensivas durante el embarazo y sumar apoyo a un creciente cuerpo de investigación que relaciona los cálculos renales con enfermedades sistémicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Estos hallazgos se presentan en la Semana del Riñón, organizada por la Sociedad Americana de Nefrología y que se celebra hasta este domingo en Nueva Orleans, Estados Unidos.
Los cálculos renales se han relacionado con un mayor riesgo de desarrollar hipertensión, diabetes y síndrome metabólico. La doctora Jessica Tangren, del Hospital General de Massachusetts y el Hospital Brigham y de Mujeres, en Estados Unidos, y sus colegas analizaron si tener cálculos renales antes de la gestación afecta el riesgo de una mujer de desarrollar complicaciones metabólicas e hipertensivas durante el embarazo.
El análisis incluyó a mujeres que dieron a luz a bebés en el Hospital General de Massachusetts de 2006 a 2016. Los investigadores compararon los resultados del embarazo en 174 mujeres con cálculos documentados con 1.330 mujeres sin cálculos. Se excluyó a las mujeres con enfermedad renal crónica preexistente, hipertensión y diabetes.
La presión arterial sistólica máxima en el embarazo aumentó en quienes formaron cálculos frente a las mujeres de control a pesar de la presión arterial similar en el primer trimestre. La diabetes gestacional y la hipertensión gestacional fueron más comunes en quienes desarrollaron cálculos (18 frente a 6 por ciento y 19 frente a 13 por ciento). Después de los ajustes, se asociaron los cálculos con mayor riesgo de parto prematuro, diabetes gestacional y preeclampsia.
"El riesgo de desarrollar una complicación hipertensiva en el embarazo fue especialmente elevado en las mujeres que tenían cálculos renales y sobrepeso u obesidad al comienzo del embarazo", destaca Tangren. "No identificamos un mayor riesgo de complicaciones fetales, como la restricción del crecimiento intrauterino o la necesidad de cuidados intensivos neonatales entre quienes desarrollaron cálculos", agrega.
Y señala que, debido a la creciente incidencia de la enfermedad de cálculos en las mujeres jóvenes, se deberían fomentar nuevas investigaciones encaminadas a identificar factores de riesgo modificables y nuevas estrategias de tratamiento y prevención.