El sonido de juguetes que imitan coches de policía o conciertos de rock pueden causar lesiones auditivas, según expertos

Actualizado: lunes, 4 enero 2010 18:40

MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -

El sonido de una sirena de un coche de policía, bomberos o ambulancias, el de un concierto de rock o el de una motosierra puede causar lesiones auditivas en la vida real pero, sobre todo, cuando se trata de un juguete infantil que imita esa realidad y que no cumple las normas específicas, según indicaron expertos en audición.

Aunque todos los productos del mercado tienen que cumplir necesariamente la normativa amparada bajo las siglas CE, según informó El Centro Tecnológico AIJU, se siguen dando casos en los que se incluyen dichas siglas pero se incumple la reglamentación.

Por ello, la asociación sin ánimo de lucro 'CLAVE atención a la deficiencia auditiva' y el director del título propio de Experto en Audiología de la Universidad de Salamanca, Enrique López-Poveda, recomiendan a los padres, educadores y compradores en general que adquieran un juguete infantil con dispositivos sonoros que cumplan diversos requisitos.

En concreto, recomiendan que los niños jueguen bajo la supervisión de un adulto para que no hagan un uso inadecuado de los juguetes, que no se utilicen cerca del oído los juguetes no diseñados para tal efecto, como por ejemplo la sirena de un camión de bomberos, y comprobar que el juguete adquirido cumple la normativa europea y lleva la marca CE.

Así, de acuerdo con la normativa europea 71-1 que establece los límites máximos de sonido para el diseño de juguetes atendiendo al tipo y duración del sonido emitido, se indica que los teléfonos móviles de juguete no deben superar los 80 decibelios (db) en campo libre ni los 90 db por medio de un acoplador acústico (como unos auriculares).

Además, el sonido de sonajeros o juguetes de goma llorones se establece entre los 85 y 100 db, los juguetes que utilizan fulminantes (como cohetes o armas de fuego) no deben superar los 125 db mientras que el resto no puede exceder los 115 db.

En general, dichos expertos sugieren optar por juguetes menos ruidosos, aumentar la distancia entre el juguete y el oído, la autorregulación conservadora de los fabricantes sobre el rango de intensidades permitido para los distintos juguetes y fabricar los juguetes sonoros con un nivel de presión sonoro 10 db inferior al máximo permitido.