Sólo el 9% de los centros geriátricos españoles cuentan con un experto en nutrición, según un estudio

Actualizado: lunes, 20 abril 2009 14:59

El Instituto Tomás Pascual Sanz y la Universidad CEU San Pablo editan el libro 'Retos de la nutrición en el siglo XXI ante el envejecimiento poblacional'

MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

Sólo el nueve por ciento de los centros geriátricos españoles cuentan con un experto en nutrición, a pesar de que es en esta etapa cuando la alimentación implica una responsabilidad y tratamiento diferente a otras edades, según destacaron hoy los responsables del libro 'Retos de la nutrición en el siglo XXI ante el envejecimiento poblacional', editado por el Instituto Tomás Pascual Sanz y la Universidad CEU San Pablo, y que ha sido presentado en Madrid.

El catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo y coautor del libro, Gregorio Varela Moreiras, señaló que hasta hace poco los servicios de restauración han usado los mismos menús para niños que para los mayores, y denunció que lo que ocurre en los hospitales es que desgraciadamente no tienen servicio de geriatría, cuando son los mayores quienes más acuden a los servicios hospitalarios.

Por su parte, la profesora agregada de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo y coautora del volumen, Elena Alonso Aperte, señaló que el envejecimiento es un proceso que está modulado por el medio ambiente, que nos acompaña desde el nacimiento, por lo que existen posibilidades de prevención para conseguir un envejecimiento saludable, entre las que destaca la nutrición, que "debería ser una garantía pública en la sociedad española.

Esta experta señaló además que aún no son suficientes los estudios que se han llevado a cabo en personas de edad avanzada para poder elaborar recomendaciones nutricionales, por lo que se suele recurrir a la extrapolación a partir de datos de adultos jóvenes. "Así se cometen muchos errores, ya que, entre otros ejemplos, no se pueden constatar si la disminución en la actividad física que se observa con la edad es consecuencia de una menor ingesta de energía o si, por el contrario, es la menor ingesta de energía asociada a la edad la causa de esta pérdida de actividad asociada al envejecimiento".

Alonso destacó el enriquecimiento ambiental, que se consigue al establecer condiciones debidas en las que se pueda realizar ejercicio físico voluntario, que potencie las interacciones sociales, los procesos de aprendizaje y memoria, y la estimulación, tanto sensorial como motora. "Se ha demostrado que todo esto resulta beneficioso en el envejecimiento del cerebro, y en la prevención del apagón emocional", explicó.

EJERCICIO FÍSICO CONTINUADO

Asimismo, subrayó la importancia del ejercicio físico continuado, adaptado siempre a las necesidades de cada persona, ya que "es un factor directamente relacionado con la condición física, la capacidad funcional y la prevención de enfermedades en las personas mayores", y señaló que "es necesario que se usen variedades de alimentos con cantidades de energía ajustadas con alta densidad de nutrientes".

En cuanto a la profesionalización de los servicios de restauración, apuntó que "desde la gestión de la compra hasta la ingesta se recomienda una acción planificada que permita asegurar un adecuado aporte nutricional, que tengan un precio razonable y estimulen la socialización de los mayores".

Según señalan en el libro, la longevidad media depende en un 25 por ciento de los genes que tengamos, y en un 75 por ciento al estilo de vida. Entre las conclusiones nutricionales destaca el hecho de que los lípidos se asocian a un incremento de padecer Alzheimer, mientras que los monoinsaturados y los polinsaturados podrían tener un efecto protector. Por ello, el consumo de alimentos ricos en omega-3 se ha asociado a una disminución del riesgo de padecer esta enfermedad.

Respecto a las vitaminas relacionadas con el riesgo de desarrollar un mayor deterioro cognitivo, los datos epidemiológicos demuestran un efecto protector de este grupo de vitaminas, sobre todo del ácido fólico. Sin embargo, matizaron que los datos epidemiológicos actuales son pocos y contradictorios.