MADRID 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Casi dos terceras partes (61,4%) de los mayores de 50 años en España se hidratan de forma insuficiente y no cumplen el mínimo recomendado de dos litros de agua u otros líquidos diarios, según los resultados del 'Estudio sobre las actitudes y comportamientos saludables de la gente mayor en su hidratación', presentado por la Fundación Edad & Vida.
La investigación, realizada con la colaboración del Observatorio del Comportamiento: Sociedad y Consumo de ESADE, la Fundación Coca-Cola y el Imserso, ha desvelado además que, de los encuestados que no se hidratan lo suficiente, un 31,4 por ciento consume menos de 1,5 litros de líquidos al día y el 32,7 por ciento consume entre 1,5 y 2 litros al día.
A medida que la edad avanza, el grupo formado por los mayores que menos se hidratan (menos de 1,5 litros al día) aumenta y el grupo que más se hidrata (más de 2 litros al día), disminuye, indican los datos del estudio.
Entre la población de más de 50 años los principales hidratantes, además del agua, son la leche y los zumos. Así, el estudio ha constatado que el consumo disminuye con la edad, especialmente el de agua y otros líquidos como infusiones, café, refrescos, vino, bebidas con sales minerales, horchata y licores, a excepción de la leche y los zumos que aumentan con la edad.
Entre los factores que explican la modulación del consumo de líquidos los expertos apuntan condicionantes positivos, como el hecho de tener sed, el deseo de cuidar de la salud y del aspecto, practicar algún tipo de ejercicio, el consumo social y cultural de bebidas o la respuesta a factores ambientales.
Por su parte, entre los negativos destacan los efectos del envejecimiento, como la menor sensación de sed o problemas con la accesibilidad a algunos productos en el momento de la compra y los formatos (peso, apertura fácil).
MEJORAR LOS HÁBITOS PASO A PASO
El estudio también ahonda en cómo debe hacerse la transición entre un comportamiento desalineado, caracterizado por no beber un mínimo de dos litros al día, y otro en el que se supere esta cantidad.
De este modo, los investigadores han identificado y cuantificado las cinco etapas por las que pasa una persona en un cambio de comportamiento (ignorancia del problema, reconocimiento del mismo, toma de decisión, adopción del cambio y mantenimiento).
Además, los expertos explican los procesos que favorecen este cambio, como por ejemplo ahondar en el conocimiento del problema, facilitar herramientas o explicar los beneficios.