MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
Sólo un 40 por ciento de los padres españoles se atreve a afirmar que las grasas poliinsaturadas son beneficiosas para la salud, mientras que un 88 por ciento percibe las grasas trans como "malas", según el estudio realizado por Quota Research para Tulipan.
No obstante, el 59 por ciento españoles tiene claros los beneficios cardiovasculares de las grasas insaturadas, como las monoinsaturadas, presentes en el aceite de oliva y el aguacate; o las poliinsaturadas, propias de los aceites vegetales, semillas y derivados como la margarina, el pescado azul y los frutos secos.
Donde no se confunden los entrevistados es al considerar las grasas saturadas como perjudiciales para la salud. Un 97 por ciento de los padres españoles ha oído hablar de ellas, y el 80 por ciento las percibe como malas. Sin embargo, el conocimiento de las grasas hidrogenadas y las trans es mucho menor.
Así, el estudio muestra que, para la mayoría de la población, el concepto de grasa tiene una connotación negativa, ya que se considera que debe eliminarse de la alimentación.
Para la nutricionista María Perversi, "es importante que los padres se esfuercen por incluir grasas saludables y de buena calidad en la alimentación de sus hijos, ya que éstas son necesarias para el crecimiento y desarrollo de su organismo".
"La alimentación de niños y adultos debe incluir un 30-35 por ciento de grasas diariamente, de las cuales un 15-18 por ciento deben ser monoinsaturadas (ácido oleico) y un 6-10 por ciento deben ser poliinsaturadas (omega 3 y 6)", añade.