MADRID 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
España se sitúa entre los países donde menor uso de hace de las vitaminas y suplementos dietéticos, pues sólo el 13 por ciento de los españoles afirman tomarlas, sobre todo para ayudar al sistema inmunológico, llevar una dieta equilibrada o por prescripción del médico. La mayoría no lo ve necesario, según un estudio internacional realizado por The Nielsen Company.
Por el contrario, su uso está mucho más extendido en Norteamérica y algunos países asiáticos, siendo Filipinas y Tailandia los países donde se produce un mayor consumo (66% de la población), aunque le sigue de cerca Estados Unidos donde el 56 por ciento de los encuestados confirmaron su uso.
Sin embargo, la mayoría de los consumidores en Asia no los toman a diario, mientras en Estados Unidos lo hacen el 44 por ciento de los participantes en el estudio, lo que la coloca como el país con mayor porcentaje de usuarios habituales. En el extremo opuesto se encuentra Europa (30%) y los países latinoamericanos (28%), sobre todo España e Italia donde apenas el 8 por ciento de los encuestados declararon tomarlas a diario.
En cuanto a las razones, el estudio, realizado en todo el mundo a más de 26.000 internautas de 52 países, señala que en España la principal razón es ayudar al sistema inmunológico (40%); seguida de asegurarse de llevar una dieta equilibrada (27%), por prescripción o recomendación del médico o personal sanitario (24%); ayudar a prevenir enfermedades (23%); y subsanar deficiencias conocidas en su dieta (19%).
En el resto del mundo, el 60 por ciento de los consumidores espera reforzar la salud, mientras que en un 39 por ciento pretende proteger su sistema inmunológico. Destaca EE.UU (62%) y Japón (60%) donde señalaron que el consumo de vitaminas les "asegura una dieta equilibrada".
ESPAÑA, DE LOS PAÍSES QUE MENOS CONSUME
En cuanto a los encuestados que afirmaron no tomar este tipo de suplementos, en España la razón principal, esgrimida en un 57 por ciento, fue la falta de necesidad (57%); mientras que un 21 por ciento argumentó llevar una dieta equilibrada; un 17 por ciento afirmó no tomarlas por ser perjudiciales para la salud; y, el resto, afirmó, entre otras razones, una mala relación entre precio y calidad, desconocimiento de los diferentes productos y falta de sabor agradable.
Del mismo modo, la falta de necesidad fue la principal razón para no consumir vitaminas ni complementos dietéticas en el resto de países, siendo la respuesta elegida en casi el 50 por ciento de los encuestados, así como la principal causa en 42 de los 52 países analizados, y particularmente en Europa.
El precio fue otra de las razones más alegada sobre todo en Sudáfrica y Estados Unidos. Por su parte, en Japón y Cora del Sur la causa principal fue la duda sobre la verdadera relación calidad-precio de estos productos.