MADRID 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Sólo el 0,3 por ciento de las personas con diabetes tipo 2 alcanza el objetivo de control de los cuatro principales factores de riesgo cardiovascular modificables1, lo que incrementa hasta en cinco veces más su riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular frente a las personas sin diabetes, han señalado expertos que han participado en una jornada dentro del 59 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
"El elevado nivel de azúcar en sangre, característico de esta enfermedad, se asocia frecuentemente tensión arterial alta, alteración de los lípidos y obesidad, lo que acaba produciendo que dos de cada tres pacientes con diabetes tipo 2 fallezcan de una enfermedad cardiovascular, en especial, cardiopatía isquémica e ictus", ha explicado el doctor explica Manuel Puig, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Por tanto, el abordaje de estos pacientes debe ser multifactorial y multidisciplinar, con un correcto seguimiento y una buena coordinación entre Atención Primaria, Endocrinología y Cardiología, según ha explicado la doctora Almudena Castro, responsable del Grupo de diabetes de la Sociedad Española de Cardiología, quien también ha participado en 'Coloquios, de corazón, en diabetes', moderados por la periodista Ángeles Blanco. Un espacio, patrocinado por Novo Nordisk.
No obstante, la mayoría de las enfermedades cardiovasculares pueden prevenirse siguiendo unos hábitos de vida saludables y controlando los principales factores de riesgo, como la diabetes. Para disminuir este riesgo, y como recomienda Puig, "las personas con diabetes tipo 2 deben seguir las mismas recomendaciones que hay para el resto de la población: hacer actividad física, dieta mediterránea y no fumar".
En cuanto a la actividad física, la doctora Castro aclara que "no sirve de mucho practicar deporte una hora al día y el resto del tiempo llevar una vida sedentaria o estar sentado casi todo el tiempo". Por ello, aconseja incrementar la actividad física, lo que no significa sólo ejercicio físico sino tener una vida activa.
Por tanto, continúa, esta experta, "lo más importante para favorecer unos buenos hábitos de vida es seguir fomentando las políticas de salud pública y la educación a la persona sana para que no enferme y, si ya lo está, fomentar el autocuidado para un control óptimo de la diabetes".