MADRID 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) establece que solicitar una consulta de cuidados paliativos de forma "predeterminada" -a través de una orden automática programada en el historial médico electrónico que los médicos pueden cancelar si así lo desean- es una estrategia efectiva para brindar a más pacientes hospitalizados la oportunidad de beneficiarse de los cuidados paliativos, y además de forma más temprana.
Este trabajo, publicado en 'JAMA' es el estudio más grande jamás realizado sobre cuidados paliativos. En concreto, el estudio incluyó a más de 34.000 pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), demencia o insuficiencia renal en 11 hospitales de ocho estados de EEUU, todos parte de uno de los sistemas de salud sin fines de lucro más grandes del país.
Aunque se recomienda la consulta de cuidados paliativos para millones de estadounidenses con enfermedades graves, muchos pacientes no son remitidos a cuidados paliativos o solo reciben una consulta al final de la vida.
Cada uno de los 11 hospitales del estudio tenía un programa de cuidados paliativos establecido, pero para mantener el estudio lo más realista posible, no se alentó ni se prohibió a los hospitales aumentar o disminuir el personal de cuidados paliativos durante el estudio.
Durante el transcurso del estudio, que tuvo lugar entre marzo de 2016 y noviembre de 2018, los hospitales comenzaron a inscribir pacientes en el estudio bajo la atención habitual (datos recopilados, pero sin intervención) y pasaron a la fase de intervención (órdenes predeterminadas a través del historial médico electrónico), a lo largo del tiempo, en un orden determinado aleatoriamente.
Durante la fase de intervención, los médicos cancelaron el valor predeterminado para menos del 10 por ciento de los pacientes para quienes se generó. Los médicos también podrían realizar su propio pedido de consulta de cuidados paliativos en cualquier momento durante el estudio.
"Nuestros resultados sugieren que la estrategia de orden predeterminada fue generalmente aceptable para los médicos, lo cual es importante porque si queremos llegar a tantos pacientes elegibles como sea posible, necesitamos diseñar enfoques que sean factibles para la práctica del 'mundo real' y no solo en el entorno de la investigación", comenta la autora principal Kate Courtright, profesora asistente de Cuidados Críticos y Medicina Paliativa de la Universidad de Pensilvania.
La implementación de órdenes predeterminadas no afectó el tiempo que los pacientes permanecieron en el hospital en comparación con la atención habitual, tal vez porque, incluso en el grupo de intervención, menos de la mitad de los pacientes en realidad recibieron una consulta de un especialista en cuidados paliativos. Esto puede deberse a recursos de personal limitados u otros factores.
Anticipando que las órdenes predeterminadas no necesariamente garantizarían una consulta, los autores del estudio planificaron un análisis de resultados secundarios y encontraron que para los pacientes que solo recibieron consultas de cuidados paliativos gracias a la orden predeterminada, dicha atención redujo la duración media de la estadía en un 9,6 por ciento.
Además, las órdenes predeterminadas llevaron a que más pacientes fueran dados de alta del hospital para recibir cuidados paliativos sin afectar la mortalidad, lo que sugiere que dichas órdenes mejoraron la calidad y la orientación al paciente de la atención al final de la vida.
Para aprovechar los hallazgos, estos investigadores del Centro de Investigación de Enfermedades Paliativas y Avanzadas (PAIR) de Penn han diseñado otro ensayo clínico aleatorizado que probará una estrategia que incluye capacitar e incentivar a los generalistas que conforman el equipo hospitalario primario del paciente para que ellos mismos proporcionen cuidados paliativos.