MADRID, 17 Jul. (EDIZIONES) -
La exposición prolongada al sol puede ser contraproducente para la salud de nuestros ojos. Por eso debemos ser precavidos y protegerlos, incluso desde que los niños son recién nacidos; aún en los días de resol y que el cielo puede que esté nublado. ¿Cómo hacerlo? Mediante unas buenas gafas de sol, y aquí te contamos cómo escoger las mejores.
Entrevistamos en Infosalus al vocal de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso, y oftalmólogo en el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, quien nos cuenta que la exposición excesiva a los rayos del sol, a los rayos ultravioleta, puede desencadenar algunos problemas, como la queratitis actínica.
"Esta patología se produce por exposiciones prolongadas al sol, una inflamación en la córnea que puede dar lugar a un ojo seco, así como visión borrosa, enrojecimiento, e incluso dolor", subraya este oftalmólogo.
CUIDAR LOS OJOS ES FÁCIL: PONTE GAFAS DE SOL
Así, el posible daño que pueda ocasionarnos el sol en nuestros ojos se puede solventar con gafas sol homologadas, según prosigue, y que éstas cubran bien todo el ojo, "no vale unas que sólo cubran la parte central del ojo". Es la principal protección que podemos ofrecerle al ojo, tal y como afirma este especialista, si bien precisa que sólo deben escogerse aquellas que se vendan en ópticas, y en establecimientos autorizados.
Hay que optar por las de categoría tres en adelante, precisa este oftalmólogo y miembro de la SEO, dado que filtran a partir del 90% de la radiación ultravioleta (UV), y además disminuyen el impacto de los rayos en las superficies blancas, como pueden ser la arena, el agua (la superficie del mar y de las piscinas); y en invierno, la nieve.
"Son buenas a partir de la categoría 3, que filtran entre 95 y 100% de la radiación ultravioleta. Esto no sólo hay que llevarlas en días de sol porque las nubes dejan pasar entre el 85 y el 90% de la luz ultravioleta. Entonces si hay resol también es recomendable llevar las gafas", remarca Luis Fernández-Vega.
CUIDADO CON LOS OJOS DE LOS NIÑOS
La queratitis actínica es fundamentalmente el principal problema que puede ocasionarnos una exposición indebida al sol, si bien el doctor Fernández-Vega apunta a que también los rayos ultravioleta en los niños podrían aumentar las probabilidades de tener alguna patología ocular.
"El cristalino, que es la lente intraocular natural de dentro del ojo, es un filtro natural que en menores no se ha desarrollado totalmente. Los ojos de los niños son un 75% más sensibles que los de los adultos, y esa exposición solar excesiva puede producir queratitis, dolor, enrojecimiento y fotofobia; pero también podría ocasionar daños retinianos si tuvieran una exposición excesivamente prolongada", advierte este oftalmólogo.
Aquí recuerda que los menores deben emplear gafas de sol desde recién nacidos si hay exposición al sol; subrayando, eso sí, que en el primer año de vida no es conveniente que a los pequeños les dé el sol directamente en los ojos y en la piel. "A partir de ahí es muy importante que empleen gafas de sol desde pequeños porque el cristalino no está totalmente desarrollado y filtra peor esa luz ultravioleta", remarca este oftalmólogo.
EL SOL Y EL OJO SECO
A su vez, este experto de la SEO mantiene que con la exposición solar puede aparecer el ojo seco, una enfermedad muy frecuente por déficit de la película lagrimal en la superficie ocular, y que hay que tratar con lágrimas artificiales.
Desde esta sociedad científica recuerdan que la mayor parte de los síntomas del ojo seco aumentan conforme va evolucionando el día, y entre estos, los más frecuentes son la sensación de sequedad, de cuerpo extraño, la irritación y el ardor, el aumento de lagrimeo o los ojos llorosos, entre otros.
Sobre el daño que el sol produce en nuestros ojos, en última instancia este vocal de la SEO alerta de que todo esto cobra mucha más importancia si ya el paciente tiene problemas retinianos previos, sobre todo maculares; siendo vital en estos casos la protección a la luz del sol. Por otro lado, señala que todas aquellas personas que trabajen al aire libre es conveniente que empleen gafas de sol, o viseras que les protejan los ojos.