MADRID, 29 Dic. (EDIZIONES) -
Es normal que en estos días, a pesar de ser Navidad, una época de felicidad, de estar con los nuestros, como no van a ser iguales que en años anteriores, nos sintamos desganados, un poco más tristes. Tampoco ayudan el frío, el que los días sean más cortos, o el que debamos pasar más tiempo en interiores, así como todo lo que hemos pasado en el 2020.
"La pandemia ha irrumpido en todo el mundo provocando cambios en nuestra vida, en nuestro trabajo, en nuestras relaciones, y en nuestros hábitos. Esta nueva situación puede hacer que algunas personas sintamos algunas dificultades para afrontar el proceso, pero a la vez es una oportunidad de crecimiento y de desarrollo personal. Es normal, con lo que ha pasado, el sentirnos tristes y sin ganas de hacer nada. Si esperamos a tener ganas, es probable que cada vez nos cueste más", defienden desde el Ministerio de Sanidad.
A su vez, en una entrevista con Infosalus, la directora de la Editorial Sentir y directora de Psicólogos Pozuelo, la psicóloga sanitaria y psicoterapeuta Mercedes Bermejo, reconoce que son muchos los estudios que ya hablan de las consecuencias psicológicas del confinamiento, desde la fatiga pandémica de la que avisa la OMS, hasta el síndrome de la cabaña o miedo a salir de casa, o el incremento de alteraciones en los estados de ánimo, o en el sueño, por ejemplo.
También menciona a los trastornos de conducta alimentaria, a problemas a nivel laboral o derivados del sedentarismo, del teletrabajo; aparte de la soledad no deseada, que afecta a los estados de ánimo, o a una mayor o menor ansiedad; y en el caso de niños y adolescentes, las pesadillas, o los terrores nocturnos.
Bermejo destaca que uno de los fenómenos que está apareciendo como consecuencia de la COVID es la hafefobia o miedo a ser tocado, un miedo irracional al contacto físico, sobre todo en niños y en personas mayores, que rechazan la interacción social: "El hecho de más aislamiento y contacto social también influyen sobre todo en temas de tipo obsesivo, en la ansiedad, depresión y luego en trastornos de estrés postraumático, resultado de duelos que no se han podido resolver por pérdidas y en estas fechas señaladas han revuelto más".
A su juicio, éstas van a representar unas Navidades bastante atípicas, donde a algunas personas les va a costar más adaptarse, especialmente las que son más vulnerables y más afectadas a nivel de salud mental. Por eso, la psicóloga sanitaria incide en la importancia de cuidar de nuestra salud mental estos días, y de que sepamos adaptarnos a estas nuevas Navidades que, aunque vayan a ser diferentes, "eso no significa que por ello van a ser peores".
Aquí, la experta de Psicólogos Pozuelo apela a la creatividad, al intento de retomar viejas costumbres como enviar postales navideñas, realizar encuentros 'on line' con nuestros familiares, juegos 'on line' donde se mantenga la parte de risas y de tiempo libre con la familia, el ser conscientes también en todo momento de que si nuestros mayores están bien también lo estarán los pequeños, y en definitiva todos. "Debemos vivirlo como una oportunidad y buscar alternativas para celebrar la Navidad", agrega.
Es más, sostiene que "van a ser unas Navidades inolvidables" y está en nuestras manos el cómo queremos recordarlas, por lo que insiste en que está en la mano de cada uno el decidir cómo afrontarlas.
Entre otros consejos, Bermejo cree que sería bueno protegernos de la sobreinformación, pero también de la desinformación, porque éstas sólo nos sumen, según opina, en "inestabilidad e incertidumbre", y debemos rodearnos de contextos que nos hagan sentirnos bien. También hace hincapié en que las Navidades pueden suponer un buen momento para el autocuidado, así como para cuidar de los nuestros.
"Es muy importante en estas fechas también concedernos permiso para sentir emociones desagradables, ya que éstas también son adaptativas y necesarias, y debemos no exigirnos tanto, permitirnos estar tristes, relajarnos en este sentido y no meternos una presión añadida a la de fuera por la situación actual", agrega.
Estas Navidades también pueden representar, según cree Mercedes Bermejo, una "oportunidad" para estar solos y conocernos un poco más. "Hay que aprovecharlas y es probable que a todos nos sorprendan estas Navidades. Las juzgamos negativamente sin antes vivirlas. Hay sufrimiento y repercusión por esta pandemia pero debemos cuidarnos y protegernos", sentencia la directora de la Editorial Sentir y de Psicólogos Pozuelo.