MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
La sobreexposición a la luz azul procedente de pantallas, móviles y tablets tiene algunos efectos nocivos para la salud visual, pero se trata de efectos pasajeros que no tienen por qué alarmar, según señala la doctora María Capote, responsable de la Unidad de Retina y Vítreo de Central Ocular.
"Tenemos que desterrar este falso mito sobre que un uso continuado puede suponer una riesgo para los ojos porque ni puede dañar la retina y, mucho menos, provocar ceguera" explica Capote.
La luz azul también se desprende de los fluorescentes y las luces LED, que se utilizan tanto en oficinas como en los hogares para la iluminación. Y, de hecho, la principal fuente de luz azul proviene del sol, a la que se está expuesto constantemente, desde que se nace y que afecta de forma superficial tanto a la piel como en los ojos, pero que no llega a ninguna parte profunda de estos.
No obstante, tal y como señala la doctora, el principal problema que causa la sobreexposición a las pantallas de los dispositivos es el 'Síndrome Visual Informático' que, según explica, se traduce en "ojo seco y fatiga visual, debido a que, cuando se miran pantallas, del tipo que sean, se tiende a parpadear menos y mirar durante mucho tiempo hacia un punto fijo".
El Síndrome Visual Informático es una patología leve que llega a afectar al 90% de los trabajadores que pasan más de 3 horas al día delante de una pantalla, según un estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III. "Estos datos se pueden extrapolar a todos aquellos niños y jóvenes que pasan más de 3 horas al día frente a pantallas de algún dispositivo, hecho que, lamentablemente, cada vez es más frecuente según vemos a diario en nuestras consultas de oftalmología pediátrica" explica la oftalmóloga.
Así, para prevenir posibles efectos visuales procedentes de la luz azul de las pantallas, la doctora recomienda parpadear más a menudo, y añade que "un buen consejo es seguir la regla 20-20-20, que se traduce en descansar la vista cada 20 segundos, a 20 pies al menos de la pantalla durante al menos 20 segundo".
También señala que es recomendable el uso de lágrimas artificiales para lubricar el ojo, además de acudir al oftalmólogo en caso de que "se tenga sensación de cuerpo extraño, ardor, irritación, lagrimeo y dolor", ya que "es posible que se padezca ojo seco, una enfermedad de alta incidencia". Asimismo, también aconseja bajar el brillo de las pantallas de dichos dispositivos.