MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Friburgo y la Universidad de Leibniz de Hannover (LUH) han descubierto cómo el sistema inmunitario se vuelve 'ciego' a las células cancerosas. En un artículo en la revista 'Science Advances', han descrito la activación de una proteína clave utilizada por las células tumorales para detener la respuesta inmune del cuerpo.
Las células T juegan un papel muy importante en la lucha del sistema inmunológico contra las células modificadas en el cuerpo que pueden convertirse en cáncer. Los fagocitos y las células B identifican los cambios en estas células y activan las células T, que luego inician un programa completo de destrucción.
Esto funciona bien en muchos casos, a menos que las células cancerosas muten y desarrollen una especie de camuflaje que les permita escapar del sistema inmune sin ser detectados. Los investigadores ahora han descrito cómo se activa una proteína clave en este proceso conocida como 'escape inmune'.
El equipo encabezado por los doctores Maja Banks-Khn y Wolfgang Schamel, de los grupos de excelencia para estudios de señalización biológica CIBSS y BIOSS de la Universidad de Friburgo y la bióloga estructural doctora Teresa Carlomagno de la LUH utilizaron métodos biofísicos, bioquímicos e inmunológicos en sus investigaciones.
Basándose en estos conocimientos, el biólogo químico Banks-Khn espera desarrollar fármacos que intervengan específicamente en este mecanismo de activación. En el futuro, podrían así mejorar los tratamientos establecidos contra el cáncer que dependen de los llamados inhibidores de los puntos de control inmunológicos.
Los inhibidores de punto de control son anticuerpos terapéuticos que funcionan uniéndose a los receptores de las células T. Las proteínas en la superficie de las células T llamadas receptores del punto de control inmunitario, como la muerte celular programada 1, o PD1, junto con las vías de señalización que son activadas por ellas son las que detienen las respuestas inmunes en un cuerpo sano. Este mecanismo regulador evita que los síntomas de inflamación duren demasiado y se salgan de control.
Estos síntomas incluyen enrojecimiento, hinchazón y fiebre. Las células cancerosas aprovechan mecanismos como estos para dejar al cuerpo indefenso mientras las células se multiplican. Utilizando cultivos celulares y estudios de interacción, los investigadores de las dos universidades descubrieron que una proteína de señalización llamada SHP2 en las células T se une a PD1 en dos lugares específicos después de que ha sido activada por una señal de las células cancerosas.
Los anticuerpos que bloquean los inhibidores inmunes como PD1 son tratamientos aprobados para melanomas de la piel y carcinomas de pulmón, y prolongan la vida de los pacientes. Sin embargo, como resultado, muchos pacientes sufren reacciones autoinmunes.
"Los medicamentos que evitan la unión de SHP2 y PD1 podrían usarse en el futuro para hacer que los efectos secundarios sean menos severos y para apoyar o actuar como alternativas a los tratamientos con anticuerpos", señala Banks-Khn.
Ella y Schamel estudiaron la respuesta inmune de las células B y T modificando las moléculas de SHP2, probando sus predicciones basadas en la estructura cristalina y el análisis de resonancia magnética del equipo de la LUH.
Sus datos muestran precisamente cómo y en qué áreas la proteína SHP2 se une a la PD1, revelando así una posible área objetivo para los medicamentos.
"En nuestro proyecto de investigación en curso en el CIBSS (Centro de Estudios Integrados de Señalización Biológica) el siguiente paso es decodificar la vía de señalización de PD1. eEn otras palabras, dónde se encuentran las proteínas en la célula, dónde se unen, y dentro de qué marco de tiempo las señales surten efecto", dice Banks-Khn.