MADRID 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los profesionales sanitarios aconsejan cada vez más a los pacientes sobre cómo mejorar su salud con hábitos como dejar de fumar, hacer más ejercicio o cambiar su alimentación, pero ¿realmente los pacientes hacen caso a lo que les dice su médico?
Los investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) no critican el contenido de los consejos ya que sí que es bueno que las personas pierdan peso, dejen de fumar, se alimenten mejor o hagan más ejercicio. Sin embargo, señalan que no hay pruebas de que los pacientes cambien realmente su estilo de vida después de recibir estos consejos de los profesionales sanitarios.
"A menudo faltan investigaciones que demuestren que el asesoramiento a los pacientes sea eficaz. Es probable que los consejos rara vez ayuden realmente a las personas", dice la autora principal del estudio y profesora asociada de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo y médica de cabecera del Centro de Salud de Herrestad en Uddevalla, Minna Johansson.
El estudio, publicado en 'Annals of Internal Medicine', fue realizado por un equipo internacional de investigadores. Anteriormente, analizaron las recomendaciones médicas del Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (NICE) en el Reino Unido. Esta organización está detrás de 379 recomendaciones de consejos e intervenciones que los profesionales sanitarios deberían dar a los pacientes, con el objetivo de cambiar su estilo de vida.
Así, en solo el tres por ciento de los casos estudiados había estudios científicos que demostraban que el consejo tiene efectos positivos en la práctica. Un 13 por ciento más de estos consejos tenían alguna evidencia, pero con poca certeza. Los investigadores también revisaron pautas adicionales de otras instituciones influyentes de todo el mundo y descubrieron que estas a menudo sobreestiman el impacto positivo del consejo y rara vez tienen en cuenta las desventajas.
"Intentar mejorar la salud pública dando consejos sobre el estilo de vida a una persona a la vez es costoso e ineficaz. Probablemente los recursos se gastarían mejor en intervenciones basadas en la comunidad que faciliten que todos vivamos vidas saludables", dice Minna Johansson, quien también cree que el consejo podría aumentar la estigmatización de las personas con, por ejemplo, obesidad.
Además, los profesionales sanitarios de hoy no podrían dar todos los consejos recomendados mientras mantienen otros cuidados. Los cálculos de los investigadores muestran que en el Reino Unido, por ejemplo, sería necesario contratar cinco veces más enfermeras, en comparación con los niveles actuales, para hacer frente a la tarea.
El estudio también presenta una nueva directriz para ayudar a los responsables de las políticas y a los autores de las directrices a considerar los pros y los contras de la intervención de forma estructurada antes de decidir si recomendarla o no.