MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
La sinusitis crónica suele tratarse con inhalaciones de vapor y irrigaciones nasales como una alternativa al tratamiento común con antibióticos, que a menudo no son eficaces y contribuyen a la resistencia a generar resistencia contra estos medicamentos.
Más de 25 millones de personas en Estados Unidos y alrededor de 2,5 millones de canadienses sufren de rinosinusitis crónica, o infección en los senos, lo que merma de la calidad de vida, y conocen bien ambos tratamientos pero ¿cuál funciona mejor?
Un ensayo controlado aleatorio publicado en 'Canadian Medical Association Journal' acaba de demostrar que aconsejar a un paciente con congestión nasal crónica que utilice la irrigación nasal ayuda a mejorar sus síntomas, algo que no consigue la inhalación de vapor.
Investigadores de Reino Unido realizaron un ensayo controlado aleatorizado sobre la eficacia de los consejos de los médicos de atención primaria para utilizar la irrigación nasal y/o la inhalación de vapor para la sinusitis crónica. En el trabajo participaron 871 pacientes de 72 centros de atención primaria en Inglaterra que fueron asignados al azar a una de cuatro estrategias: asesoramiento para el cuidado habitual y cotidiano, riego salino de los senos con el apoyo de un vídeo de demostración, la inhalación diaria de vapor o el tratamiento combinado con las dos intervenciones.
"Hemos encontrado que incluso una breve intervención de un video que muestra a los pacientes cómo utilizar la irrigación nasal de solución salina puede mejorar los síntomas, ayudar a las personas a sentirse que no tienen que ver al médico para tratar el problema y reducir la cantidad de medicamentos de venta libre sin receta que se necesitan usar", afirma Paul Little, de la Unidad de Ciencias de la Población y Atención Primaria de la Universidad de Southampton, enReino Unido.
MEJORAS A LOS TRES MESES CON LA IRRIGACIÓN NASAL
Los pacientes que fueron instruidos a utilizar la irrigación nasal mostraron una mejoría a los entre tres y seis meses, según lo medido por el índice de discapacidad por rinosinusitis. La inhalación de vapor no pareció aliviar los síntomas de la sinusitis.
"Hemos encontrado potencialmente importantes cambios en otros resultados. En particular, un menor número de participantes en el grupo de irrigación nasal que en el grupo sin irrigación tuvo dolores de cabeza, usó en exceso medicamentos de venta libre y quiso consultar a un médico en futuros episodios", destacan los autores.
"A pesar de que no hubo una diferencia significativa de las visitas al médico o el uso de antibióticos, como era de esperar durante solamente un periodo de seguimiento de seis meses, nuestras conclusiones relativas a las consultas son importantes en el largo plazo, dado que el uso de antibióticos aumenta el riesgo de resistencia a los antimicrobianos", añaden.
Como el impacto fue menor que en estudios previos que habían utilizado más entrenamiento intensivo sobre la irrigación nasal, los investigadores sugieren que se necesita más análisis para entender cuánto entrenamiento requieren los pacientes.