VALNCIA 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los síntomas del reflujo gastro-esofágico derivados de la hernia de hiato, como acidez estomacal, hinchazón, dificultad para tragar, dolor abdominal o falta de aire, tienen solución con cirugía mínimamente invasiva, según señala el doctor Antonio Barrasa, cirujano del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre.
Al respetco, explica que la cirugía antirreflujo se realiza por laparoscopia, que es una cirugía mínimamente invasiva con 4 o 5 incisiones pequeñas. Con ello se consigue realizar una cirugía con escaso sangrado y de rápida recuperación con una noche de ingreso hospitalario.
Una operación donde se coloca de nuevo el estómago en el abdomen y se cierra el hiato esofágico para impedir que la hernia vuelva a producirse y que, además, permite resolver los problemas de ardor, vómitos y mal aliento con dos horas de intervención.
En ese sentido, aclara que "tradicionalmente la cirugía de la hernia de hiato y del reflujo era una indicación reservada para casos graves que consistía en una incisión grande y dolorosa por la dificultad de acceso al hiato en la cirugía abierta; sin embargo, actualmente, el desarrollo de la cirugía laparoscópica y de nuevas anestesias nos permite resolver el problema ". Además, la utilización de la cámara de video facilita la visualización del hiato y, con ello, la realización de la cirugía de una forma más protocolizada y segura.
Además, el tratamiento farmacológico que se daba para tratarla no resulta tan inocuo a largo plazo ya que obliga a mantener dietas y cambios del estilo de vida como dormir con la cabecera de la cama elevada, tener que comer pequeñas cantidades cada poco, evitar alimentos como el tomate, el ajo, el pepino o los fritos y que con la cirugía dejan de ser necesarios.
PACIENTES OBESOS
Todas aquellas situaciones que supongan un aumento de la presión intraabdominal como la obesidad, embarazo o determinados tipos de ejercicio físico favorecen también esta patología. "Suele afectar más a los pacientes con obesidad, independientemente del género, y esa hernia va aumentando con la edad, y con ello la gravedad de los síntomas. La genética no tiene mucho que ver y los hábitos tóxicos como fumar y beber empeoran los síntomas, pero no causan la hernia ni la agravan", concluye el doctor Barrasa.