MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio dirigido por investigadores del Smidt Heart Institute del Cedars-Sinai (Estados Unidos) ha descubierto que los síntomas de una afección cardiovascular cada vez más frecuente conocida como isquemia sin obstrucción de las arterias coronarias (INOCA, por sus siglas en inglés) pueden repercutir negativamente en la calidad de vida de una persona, con efectos adversos en su bienestar físico, mental y social.
Los hallazgos, publicados en la revista científica 'International Journal of Cardiology', han evidenciado que los síntomas de INOCA de los pacientes (que incluyen dolor, presión o molestias en el pecho y dificultad para respirar) afectaban no sólo a su vida doméstica, su vida social y su salud mental, sino también a su perspectiva general de la vida, su vida sexual, su relación con su pareja o cónyuge y su vida laboral.
Aproximadamente tres cuartas partes de los participantes en el estudio redujeron sus horas de trabajo o dejaron de trabajar, el 47,5 por ciento se jubiló anticipadamente, el 38,4 por ciento solicitó la incapacidad y aproximadamente un tercio cambió de trabajo o de función, lo que se tradujo en un salario más bajo.
Vivir con INOCA también se asoció a una reducción significativa de la capacidad funcional, comparable a perder la capacidad de realizar tareas domésticas ligeras; vestirse, bañarse o ir al baño de forma independiente; o caminar una manzana.
"Como médicos, necesitamos comprender mejor el INOCA, cómo afecta a los pacientes y los tratamientos óptimos para ellos. Igualmente importante es señalar la frecuencia con que esta enfermedad pasa desapercibida. Los resultados de la encuesta fueron claros al respecto: Para la mayoría, a menudo se tardaron muchos años en obtener un diagnóstico", ha comentado la doctora Martha Gulati, autora principal y correspondiente del estudio.
Más de 1.500 miembros del grupo de apoyo a pacientes INOCA International fueron encuestados a finales de 2021 y se les pidió que compararan aspectos de su vida cotidiana antes y después de que empezaran los síntomas de INOCA.
En la encuesta se incluyeron las respuestas de casi 300 pacientes, lo que supone una tasa de respuesta del 21 por ciento. Las mujeres, a quienes afecta predominantemente el INOCA, constituyeron el 91 por ciento de los encuestados.
El término INOCA hace referencia a diversos trastornos en los que el suministro de sangre al corazón es reducido o restringido. Dado que la formación cardiológica tradicional aconseja a los médicos buscar obstrucciones en las arterias coronarias al diagnosticar la enfermedad arterial coronaria, la INOCA suele pasarse por alto como afección cardiaca.
Según los investigadores del estudio, se calcula que al menos 2 de cada 5 pacientes con dolor torácico tienen arterias coronarias no obstructivas. Aunque las directrices sobre dolor torácico de la Asociación Americana del Corazón y el Colegio Americano de Cardiología ampliaron recientemente la definición de enfermedad coronaria para incluir tanto la obstructiva como la no obstructiva, e incluyeron una vía para diagnosticar la INOCA, los avances en el diagnóstico y el tratamiento adecuado de la INOCA son lentos.
Casi la mitad de los pacientes encuestados por los investigadores declararon haber vivido con síntomas de INOCA hasta 10 años antes del diagnóstico, y más de la mitad tuvieron al menos tres consultas previas. A casi el 78 por ciento se les dijo que sus síntomas no eran cardiacos, y al 54 por ciento que estaban relacionados con el reflujo. Aproximadamente un tercio había sido remitido a un psiquiatra por sus síntomas, y a casi la mitad se le había recetado un antidepresivo.
Una vez diagnosticados, la mayoría afirmó haber visitado al menos a tres cardiólogos para recibir tratamiento. Menos de un tercio de los encuestados se había sometido a las pruebas adecuadas para determinar el mejor tratamiento para ellos.
"Todavía estamos en las primeras fases de comprensión de la INOCA, mientras que sabemos mucho más sobre la enfermedad coronaria obstructiva, que es más fácil de tratar. Con frecuencia vemos pacientes con INOCA que fueron descartados por los médicos debido a la falta de comprensión de la enfermedad y de cómo tratarla. Así que no me sorprende que las encuestadas vivan con semejante carga", ha resaltado la directora del Centro Cardiológico Femenino Barbra Streisand y directora del Programa de Salud Cardiaca Femenina Linda Joy Pollin del Instituto Cardiológico Smidt, Noel Bairey Merz.
El siguiente paso en su trabajo, según Gulati y Bairey Merz, es aumentar la concienciación de los pacientes sobre la INOCA, así como el reconocimiento y diagnóstico de la enfermedad por parte de los médicos, y realizar ensayos clínicos, necesarios para desarrollar directrices de tratamiento basadas en pruebas para la INOCA.