MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha informado de que el síntoma más frecuente de la trombosis de senos venosos cerebrales, problema que se ha detectado en varias personas a las que se le ha administrado la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca, es la cefalea, presente en nueve de cada diez personas que la padecen.
Asimismo, en la mayoría de los pacientes se observan signos de alarma que ayudan a diferenciarla de una cefalea convencional. En muchos casos, la causa de la cefalea es un síndrome de hipertensión intracraneal, con lo cual la cefalea típicamente podría empeorar con el decúbito y ser máxima por la mañana, al despertar.
La misma, según ha informado la AEMPS, puede acompañarse de diplopía por paresia del sexto nervio craneal y de visión borrosa por el edema de papila asociado. En otros pacientes los síntomas de presentación pueden ser síntomas focales, como pérdida de fuerza o sensibilidad mantenida, alteración de la marcha, o alteración del lenguaje o habla mantenidas, que pueden ser debidos a la presencia de infartos venosos.
"No es excepcional, ni como forma de presentación ni como síntoma durante el curso de la enfermedad que presenten crisis comiciales", ha detallado. En este sentido, la agencia ha explicado que para poder diagnosticar esta trombosis la realización de una tomografía computerizada (TC) convencional o una resonancia magnética cerebral (RM) no es suficiente.
Y es que, en la mayoría de los casos puede observarse algún signo radiológico indirecto, tales como hiperdensidad a nivel de los senos venosos, colapso de surcos cerebrales, infartos venosos o disminución del tamaño ventricular. No obstante, para su adecuado diagnóstico es necesario un estudio que permita la evaluación del sistema venoso, como la TC cerebral con contraste en fase venosa, la RM cerebral con secuencias para evaluación de sistema venoso o en casos aislados, una arteriografía.
En todos los casos, se recomienda la realización de un hemograma para descartar la presencia de trombopenia asociada. Cuando proceda, se realizará además un estudio de coagulación. "Es fundamental que, en caso de sospecha, se realice su estudio lo antes posible para poder iniciar tratamiento sin dilación", ha enfatizado el organismo dependiente del Ministerio de Sanidad.