El 'síndrome de piernas inquietas' crónico acentúa "notablemente" la aparición de enfermedades cardiovasculares

Paseando por la calle
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Actualizado: viernes, 9 marzo 2012 12:27

MADRID 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

La enfermedad de Willis-Ekbom, también conocida como el 'síndrome de piernas inquietas (SPI)', de manera crónica, acentúa "notablemente" las posibilidades de padecer una enfermedad cardiovascular, asegura el presidente de la Sociedad Española de Sueño, el doctor Diego García-Borreguero.

La SPI es un trastorno neurológico que se caracteriza por una necesidad imperiosa de mover las piernas, acompañada frecuentemente por sensaciones molestas en situaciones de reposo, sobre todo por la tarde y por la noche, por lo que genera dificultades para conciliar y mantener el sueño.

Durante la 'XXI Reunión Anual de la Sociedad Española de Sueño', que se celebra estos días en Burgos, expertos han informado de que las personas con este síndrome tienen hasta un 2,5 más de probabilidades de desarrollar una cardiopatía, mientras que el riesgo de hipertensión arterial aumenta también (un 1,5). Asimismo, los pacientes con esta enfermedad tienen un riesgo superior de padecer enfermedades cerebrovasculares, diabetes u obesidad.

Frente a estas complicaciones a largo plazo, los estudios sobre nuevos tratamientos, como ropinirol y pramipexol --dos de los agonistas dopaminérgicos orales más comercializados--, se han basado en periodos de tiempo muy cortos, advierten los expertos.

"Existe una contradicción entre la existencia de una enfermedad con importantes riesgos sobre la salud a largo plazo y que requiere de terapia farmacológica crónica en el 70 por ciento de los casos, y el hecho de que los estudios realizados sobre tratamiento, en su inmensa mayoría, están realizados sobre periodo", ha argumentado García-Borreguero.

Así, los últimos estudios que se han llevado a cabo en este último año se han realizado a seis meses con estos dos agonistas dopaminérgicos orales. En ellos se demuestra que, aunque la eficacia terapéutica de estos dos fármacos a los seis meses sigue siendo superior a la de placebo, es claramente inferior a la demostrada a las 12 semanas, lo que indica una pérdida de eficacia progresiva.

En consonancia con estos datos, existen estudios retrospectivos realizados en periodos de tiempo de cinco y diez años sobre estos dos fármacos que muestran que la pérdida de eficacia farmacológica en periodos tan largos aumenta con el tiempo.

"Y no solo eso, sino que se ha demostrado que el porcentaje de pacientes en los que se da una pérdida total de eficacia o incluso un empeoramiento de los síntomas puede presentarse en el 20 al 40 por ciento de los pacientes, tanto con ropinirol como con pramipexol", ha explicado este experto.

FÁRMACOS "INSUFICIENTEMENTE" ESTUDIADOS

Por este motivo, los participantes en el encuentro han considerado que los fármacos agonistas dopaminérgicos orales aprobados en la Unión Europea están "insuficientemente" estudiados en lo que se refiere a su eficacia a largo plazo.

"Han aparecido complicaciones que solo después de su aprobación han sido detectados, lo que tiene una especial relevancia, ya que hablamos de una enfermedad crónica en la que vamos a necesitar tratamiento a largo plazo y son los únicos fármacos orales que están ahora mismo en el mercado", ha señalado el presidente de la sociedad española.

El síndrome de piernas inquietas es una patología frecuente que afecta a cerca del 3 por ciento de la población española, que afecta, especialmente, a mujeres de entre 30 y 50 años.