Archivo - Estrés en Navidad - ISTOCK - Archivo
MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
El psiquiatra Javier Quintero, jefe de Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario Infanta Leonor y profesor titular de Psiquiatría en la Universidad Complutense de Madrid, recuerda que es normal experimentar emociones encontradas en las celebraciones familiares navideñas y que reconocerlas es el primer paso para gestionarlas.
En este sentido, explica que la Navidad despierta emociones que van mucho más allá de la alegría y, aunque estas fechas suelen asociarse a ilusión, reencuentros y momentos especiales, para muchas personas también viene acompañada de estrés y tensión emocional.
Preparar comidas para toda la familia, convivir con personas con las que no siempre existe una buena relación o enfrentarse a esa silla vacía puede convertir estas fiestas en un periodo especialmente vulnerable.
Por ello, hace una serie de recomendaciones que pasa por:
1. Cambia tu papel en las dinámicas familiares: identifica los roles que se reactivan en tu familia, cambia la parte del guion que más te molesta, introduce pequeñas pausas y respira antes de contestar. Ese cambio en tu reacción modifica la energía de la situación y reduce la tensión general.
2. Reduce la carga y reparte responsabilidades: evita hacerte cargo de todo y asigna tareas antes de que empiece el caos, permite que otros colaboren, haz las cosas con calma, no todo tiene que ser perfecto y busca un momento a solas para recargar energías.
3. Recupera la ilusión conectando con lo que te emocionaba de niño: repite gestos sencillos que te hacían feliz. Acciones como poner luces o ver una película especial reactivan circuitos de motivación y liberan dopamina, ayudando a recuperar la energía y la esperanza, además de conectar con tus recuerdos, tus vínculos y lo que te importa, despertando la ilusión de forma natural.
4. Acompaña la tristeza por quienes ya no están: no te obligues a estar bien y permítete sentir tristeza, enfado o ganas de estar solo, porque aceptar la emoción reduce la presión de tener que aparentar felicidad, recuerda a la persona ausente con un gesto, y que el dolor crece cuando intentamos evitarlo, y cuídate tú.
EL APOYO DE PERROS Y GATOS
Según el Barómetro de la soledad no deseada en España, del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada.Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada, de cada 10 españoles vincula el sentimiento de soledad con haber dejado de convivir con quienes antes compartía hogar. Por ello, el vínculo emocional con perros y gatos ayuda a aliviar los momentos de duelo y soledad durante las Navidades.
En unas fechas en las que las personas experimentan de manera más intensa los sentimientos de duelo que producen las ausencias familiares, los animales de compañía actúan como un apoyo emocional que acompaña la tristeza y aporta calma, ayudando a sobrellevar esos momentos difíciles sin sustituir el vínculo perdido.
Según destaca la Fundación Affinity, su compañía constante, su forma de estar sin pedir explicaciones, y las pequeñas rutinas que generan, pueden ayudar a que la soledad o la nostalgia se vivan con un poco más de serenidad.
Ante esta realidad, resalta que el vínculo emocional con perros y gatos ayuda a aliviar los momentos de duelo y soledad, sobre todo en periodos emocionalmente delicados como la Navidad, donde las sensaciones se intensifican debido a la presión social y a las expectativas familiares.
En este sentido, Loreto Sánchez, psicóloga sanitaria colaboradora de la Fundación Affinity, explica que "en Navidad, muchas personas sienten con más fuerza la ausencia de quienes ya no están. Los animales no sustituyen ese vacío, pero sí ofrecen algo muy valioso: una presencia tranquila que acompaña sin pedir nada a cambio".
"Están ahí cuando la tristeza aparece, sostienen lo que cuesta decir en voz alta y nos ayudan a encontrar calma en lo cotidiano --añade--. Ese gesto tan simple de estar puede marcar una gran diferencia en cómo vivimos esos días señalados".
Por su parte, el doctor Jaume Fatjó, director de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona, explica que "la soledad no disminuye con un animal de compañía. Lo que realmente ayuda a reducir esa sensación es el vínculo real que se establece entre la persona y su perro o gato, especialmente en periodos donde cambian los hábitos sociales como puede ser la Navidad".
"Las rutinas, los cuidados, o las oportunidades de interacción que se generan, como puede ocurrir por ejemplo con los paseos, aportan sensación de acompañamiento, lo que ayuda a moderar el aislamiento y amortiguar la soledad", apunta.