Sigue estas pautas para que nuestro lugar de trabajo dentro de casa sea lo más saludable posible

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Archivo - CONCILIACIÓN, MADRE TRABAJADORA - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / ZIVICA KERKEZ - Archivo
Publicado: lunes, 8 mayo 2023 8:35

   MADRID, 8 May. (EDIZIONES) -

   La pandemia ha cambiado en muchas personas su entorno de trabajo. Ahora las empresas son más flexibles y son muchas las personas que teletrabajan o trabajan desde casa más de un día a la semana, vistos los beneficios que conlleva esta práctica no solo para la conciliación familiar y laboral, sino también para la salud de las personas y en definitiva, todo redunda en una mayor productividad y rendimiento de las empresas y sus trabajadores.

   Elisabet Silvestre es doctora en Biología, máster en Biología Humana y máster en Bioconstrucción, y especialista en el campo de la salud ambiental. Tras trabajar muchos años centrada en el campo de la genética en diferentes instituciones sanitarias, ha volcado su desarrollo profesional en cómo el ambiente interior de las casas y de los edificios afecta a la salud de las personas.

   La entrevistamos en Infosalus porque acaba de publicar 'La oficina en casa' (Integral), un libro en el que aporta las claves para crear un ambiente saludable de trabajo en casa, señalando que lo idóneo es tener un espacio fijo para el trabajo, y "por pequeño que sea". "Si no tienes esa habitación, si esto no es posible, disponer de un espacio solo para trabajar. Es buscar ese lugar donde tener tus cosas y no tener que montar y desmontar. Sí que es importante que el espacio sea fijo, donde tengamos siempre montadas las cosas", aclara.

LA LUZ NATURAL ES FUNDAMENTAL

   Después, para hacer de nuestra casa un lugar perfecto para el trabajo apunta a determinados factores ambientales o "nutrientes esenciales" que ella llama, y que deben formar parte de este espacio.

   En primer lugar hace referencia a la importancia de la luz natural: "Por muchos metros cuadrados que tenga ese espacio de trabajo, si no hay ventanas o luz natural, este no será muy saludable para trabajar ahí 8 horas al día. Es importante que tengamos contacto con el exterior, que nos dé unas horas al día la luz natural. Esto es básico para que el cerebro pueda trabajar, retener la memoria, tener más foco, dormir mejor después por la noche, tener mejores ideas, y encontrarnos mejor a nivel de salud", añade.

   Si no la tenemos, considera Silvestre que es tan fácil como irse a otra habitación, al salón, o incluso al parque de al lado de casa, para exponernos a la luz natural, para tener ese contacto directo con ella.

   En los momentos del día que necesito las lámparas, que estas bombillas tengan un espectro completo: "Hay que reproducen al máximo las frecuencias de luz del sol durante el día. Estas son las adecuadas para trabajar".

NO A LOS RUIDOS, SÍ A UN AMBIENTE TRANQUILO

   Después aconseja buscar un espacio resguardado del ruido de la calle, donde haya calma, que el cerebro la necesita especialmente para el trabajo. "Es importante dar esos espacios para el cerebro, porque en estos es cuando aparecen las mejores ideas y somos más creativos que cuando estamos a mil cosas y con mucho ruido", añade.

   Por eso, incide en la importancia de, después de contar con luz natural en nuestro lugar de trabajo, lo idóneo es asegurarse de que se podrá disponer de un ambiente tranquilo en el que no tengamos que lidiar con ruidos constantes. "Es clave para conseguir estar en modo calma y relajación, y tener mejor memoria, y las emociones en equilibrio. Siempre que haya la opción opta por la estancia más alejada del ruido de la calle", resalta esta experta.

   Subraya esta doctora en Biología que, aunque son "nutrientes intangibles", no por eso son menos importantes, y ve necesario el dar ese reposo y estos "alimentos" al cerebro, la luz natural, exponernos a ella, y esa calma.

IMPORTANTE TAMBIÉN: CENTRARNOS EN LAS TAREAS

   Aconseja igualmente para que nuestro lugar de trabajo desde casa sea saludable el centrarnos en las tareas. "El 'multitasking' podemos hacerlo, pero lo idóneo es centrarnos en una tarea. Quita alarmas y durante esa hora después te dedicas 10 minutos a chequear correos electrónicos, porque cambiar de tarea de forma continua nos hace cambiar el foco de atención y esto supone un mayor esfuerzo para el cerebro. Es mejor centrarnos en una y hacerlo de forma consecutiva", agrega.

   En su opinión, es fundamental también que en nuestro espacio de trabajo en casa nos rodeemos de vegetación: "En los edificios de oficina el ver plantas y rodearnos de vegetación hace que estemos mejor y aumenta la creatividad, y rodearnos de esa belleza natural que nos traen las plantas, y además inciden que a nivel de cerebro nos conecta con esa parte de la naturaleza y rendimos más, y hace que en menos tiempo seamos más productivos".

   Otro punto imprescindible, según Elisabet Silvestre, es levantarnos de vez en cuando, movernos y no estar todo el rato quietos. "No estamos preparados para estar ocho horas sentados, hacer pausas activas. A la hora y poco debo levantarme. Una idea buena es trabajar de pie, combinarlo con estar sentado, ayuda mucho a que nos sintamos mejor a nivel de cuerpo", sostiene.

LA HIGIENE ENERGÉTICA ES IMPORTANTE

   Como en casa también hay mucha tecnología recomienda aprender pautas de higiene energética, tener la tecnología que necesitamos, pero aplicar cosas tan sencillas como hacer una correcta derivación a tierra, por ejemplo, para que esa exposición a las radiaciones sean las mínimas.

   Señala a su vez de evitar las luces más azuladas por la noche por su efecto en el cerebro, aprender a usar la luz eléctrica en la cantidad y calidad necesarias para disfrutar de sus beneficios y garantizar la salud; así como apagar o encender los datos del móvil a la hora de dormir.

   Agrupar todos los cables en una regleta es otro de sus consejos, y escoger aquellas regletas que dispongan de conectores tipo Schuko, con carcasa metálica, cables apantallados y con interruptor; que las conexiones de internet sean por cable para gozar de una mejor conectividad, pero también para tener un menor electroclima, evitando así una exposición crónica a radiaciones artificiales inalámbricas