MADRID 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
Siete de cada diez hogares madrileños admite haber tenido algún problema de salud mental en el último año como ansiedad, trastornos del sueño y/o depresión, aunque baja la preocupación ante ellos entre los madrileños con respecto a 2022, según una encuesta realizada por el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (CODEM).
Así se recoge en el estudio actualizado 'Grado de preocupación e incidencia de los problemas de salud mental entre los madrileños', en el que se compara con uno previo realizado en 2022 con una muestra de 1.000 encuestas a población mayor de edad de la región realizada en enero.
En la misma se recoge que más del 68,8% de los hogares consultados reconoce haber padecido estrés, ansiedad o trastornos del sueño en el último año, en línea similar con las cifras de 2022, cuando esta cifra era del 67,1%.
No obstante, ha bajado el grado de preocupación ante ello, pasando del 78,5% de hace tres año a alcanzar en la actualidad al 74,5% de los encuestados que afirma sentirse preocupados por los problemas de salud mental.
La ansiedad y los trastornos del sueño son los problemas que más inciden y preocupan en los hogares madrileños, mientras que la depresión ocupa una posición por debajo de la media tanto en incidencia como en preocupación.
De esta forma, la principal conclusión del estudio es que los ciudadanos de la región de muestran menos preocupados por estos problemas a pesar de presentar una incidencia ligeramente mayor de los mismos.
En este sentido, desde el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid se recuerda que las enfermedades relacionadas con la Salud Mental han sido infravaloradas durante muchos años y que ahora, sobre todo después de la pandemia, es cuando las administraciones deben realizar un mayor esfuerzo por mantener una población sana también en este plano, aumentando los recursos destinados a la prevención y el cuidado de la Salud Mental.
SEGUIMIENTO SANITARIO
Los resultados del estudio también revelan que estos problemas de salud mental no siempre tienen seguimiento sanitario, especialmente en el caso de los trastornos del sueño (un 45% de los casos sin seguimiento). En concreto, según el estudio, entre un 16% y un 45% de los problemas de salud mental no tienen seguimiento sanitario.
Cuando sí hay atención sanitaria, la enfermera tiene un peso de entorno al 4%-6% de los seguimientos. En este marco, el CODEM ha reivindicado la presencia de enfermeras especialistas en Salud Mental en todos los niveles asistenciales y el pleno reconocimiento de sus competencias.
En este sentido, desde el Colegio han subrayado que "es urgente" planificar la Formación Sanitaria Especializada (EIR) e incrementar el número de plazas ofertadas, teniendo en cuenta las nuevas necesidades de cuidados en la salud mental de la población.
Un "necesario incremento de plazas" que, sin embargo, "ha de estar vinculado a la posterior contratación de estas enfermeras especialistas y a la creación de puestos para especialistas", según defiende el CODEM.
PAPEL DE LA ENFERMERA ESPECIALISTA EN SALUD MENTAL
La enfermera especialista en Salud Mental es el profesional sanitario que proporciona una atención especializada mediante cuidados en este ámbito concreto y que deben prestarse en todos los niveles de atención (promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación de la salud mental).
Y todo ello teniendo en cuenta también los factores externos que intervienen en la aparición de las alteraciones y problemas referidos a la salud mental, tanto en la atención hospitalaria, en régimen de hospitalización total o parcial, como la atención a la comunidad a través de los centros de salud mental especializados, centros de atención primaria, domicilios, instituciones sociales (escuelas, residencias, centros de acogida, entre otros) y/o centros destinados a realizar actividades rehabilitadoras relacionadas con la salud mental.
En esta línea, reivindica esta figura como "un pilar esencial" del sistema sanitario "ya que su labor abarca desde la atención clínica a personas con trastornos emocionales o psiquiátricos, hasta la prevención, la educación en salud mental y el acompañamiento en procesos de crisis".
"Estas profesionales no solo atienden el sufrimiento psíquico desde un enfoque integral y humanizado, sino que también trabajan de forma cercana con las familias, los equipos multidisciplinares y las comunidades. Su presencia en dispositivos como centros de salud mental, hospitales de día o atención domiciliaria permite detectar de forma precoz signos de alarma, mejorar la adherencia a los tratamientos y contribuir a la recuperación funcional y emocional de los pacientes", ha argumentado.
Por todo ello, ha recalcado que, en un momento en que la demanda de atención en salud mental se incrementa, "es más necesario y pertinente que nunca" reforzar y visibilizar el papel de las enfermeras de Salud Mental.