MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia han desarrollado un método para conocer qué sensaciones se experimentarían si uno pudiera hacerse invisible, gracias unos dispositivos que muestran un vacío bajo el cuerpo que, sin embargo, permite sentir los objetos.
HARRY POTTER Y FRODO
El trabajo, publicado en la revista 'Scientific Reports', permite recrear algo que muchos personajes, tanto en el cine como en la literatura fantástica, llevan años practicando: hacerse invisibles para quienes les rodean. Bien gracias a anillos de poder, como Frodo en 'El Señor de los Anillos', o gracias a capas mágicas, caso del aprendiz de mago Harry Potter.
El experimento consiste en colocar a un voluntario de pie con un dispositivo de visualización que, al mirar hacia abajo, le muestra un vacío en lugar del cuerpo real.
Para evocar la sensación de invisibilidad, el científico toca el cuerpo del participante en diversos lugares con una brocha. Mientras, con la otra mano y otra brocha, imita exactamente los mismos movimientos bajo otro dispositivo de tal forma que el voluntario pueda ver los movimientos en el aire.
"En menos de un minuto, la mayoría de los participantes comenzó a transferir la sensación del tacto a la parte de espacio vacío donde veían el movimiento de la brocha y experimentaron su cuerpo invisible en esa posición", explica en 'Sinc' Arvid Guterstam, autor principal del estudio.
Este experto reconoce que en un trabajo anterior ya demostraron que esta misma ilusión se puede crear para una sola mano. "Pero ahora, sorprendentemente, lo hemos ampliado a todo el cuerpo", ha celebrado.
El trabajo evaluó la experiencia de invisibilidad en 125 personas y para demostrar que la ilusión funcionaba los investigadores hicieron el gesto de apuñalar con un cuchillo el espacio vacío que representaba el estómago.
¿ATRAVESADOS POR UN CUCHILO?
La respuesta de los participantes --medida mediante su sudoración-- cuando vieron acercarse el cuchillo a su cuerpo invisible fue elevada mientras experimentaban la ilusión, lo que sugiere que el cerebro interpreta la amenaza en el espacio vacío como una amenaza dirigida hacia el propio cuerpo.
En otra parte del estudio, los investigadores también evaluaron si la sensación de invisibilidad afecta a la ansiedad social que sentía cada participante cuando se los colocaba frente de una audiencia de extraños.
"Hemos descubierto que su ritmo cardíaco y nivel de estrés durante la 'representación' fue menor cuando previamente habían experimentado la ilusión de cuerpo invisible comparado con tener un cuerpo físico", dice Guterstam, que reconoce que "la cualidad física percibida puede cambiar la forma en que nuestro cerebro procesa las señales sociales".
Los autores esperan que estos resultados sean de utilidad para futuras investigaciones clínicas como por ejemplo en el desarrollo de nuevas terapias para el trastorno de la ansiedad social.
"También se debería investigar si la sensación de invisibilidad afecta a la toma de decisiones morales, para asegurar que los futuros camuflajes de invisibilidad no nos hagan perder nuestro sentido del bien y del mal, como Platón afirmaba hace más de dos milenios", apunta el profesor Henrik Ehrsson, coautor del trabajo.