MADRID, 21 Jun. (Infosalus/EP) -
Aunque tu rutina diaria con las lentes de contacto parezca ser la adecuada, los expertos señalan que existen prácticas comunes entre los usuarios de lentillas que pueden dañar la salud de los ojos.
Según explica el doctor Jeffrey Goshe, oftalmólogo de la Clínica Cleveland de Estados Unidos, en la página web de esta entidad "si se tratan con prontitud, la mayoría de problemas asociados a las lentes de contacto no conducen a problemas de visión a largo plazo. Sin embargo, en los casos graves se pueden producir cicatrices, visión reducida o ceguera".
Para evitar estos posibles trastornos, el doctor Goshe apunta lo que se debe y no se debe hacer para un uso seguro de las lentes de contacto:
1. No dormir con las lentillas
"A pesar de que los fabricantes dicen sobre las lentillas que son seguras para dormir, casi todos los estudios sobre infecciones asociadas a las lentes de contacto han mostrado un fuerte vínculo entre el riesgo de infección y dormir con las lentillas", señala Goshe.
El oftalmólogo explica que la noche es un periodo de menor flujo de oxígeno al ojo. "Existen lentillas más modernas que están aprobadas para su uso continuo a lo largo de 30 días pero aún así recomiendo a mis pacientes que se quiten las lentillas a diario".
2. Realizar un examen anual de los ojos
"Si tus lentes de contacto están demasiado holgadas o demasiado sujetas puedes tener problemas", señala Goshe. La adaptación de las lentes puede cambiar a lo largo de la vidas y una revisión anual puede determinar si se necesitan realizar ajustes.
3. Establecer una relación con un optometrista y conservarla
Cuando se va de óptica en óptica en base a las ofertas económicas se pierde la necesaria continuidad en el cuidado para seguir la salud ocular con el paso del tiempo. Si se producen problemas, es mejor visitar a un optometrista o a un oftalmólogo en vez de unas urgencias.
4. No utilizar las lentillas pasado el tiempo recomendado
"Algunas personas dicen que las llevan hasta que sienten que necesitan cambiarlas. Pero eso es un signo de que algo malo ha empezado a ocurrir", señala Goshe.
Algo así podría deberse a un abrasión en la córnea o a una acumulación de bacterias en la parte interior de las lentillas. "Es como poner una tirita sucia sobre tu ojo. Si tus lentes están diseñadas para ser reemplazadas cada dos semanas, debes reemplazarlas al menos con esa frecuencia", apunta el facultativo.
5. Limpiar las lentillas y su contenedor de forma adecuada
Nunca se debe limpiar las lentillas con agua del grifo o con la boca. El agua del grifo no es estéril y podría contener organismos que causan varias infecciones graves.
Las lentes de contacto deberían limpiarse con una solución comercial específica y siguiendo las instrucciones proporcionadas por el fabricante. Limpiar y secar su caja cada día y rellenarla con nueva solución en vez de rellenar la solución del día anterior.
6. No ignorar los signos de advertencia de infección
"Si ignoras el dolor, el enrojecimiento, la visión borrosa o la sensibilidad a la luz, tus ojos podrían tener un problema que requiriera atención médica", señala Goshe.
Como regla general, si alguno de estos síntomas persiste durante más de 24 horas, se recomienda ver lo antes posible a un optometrista o a un oftalmólogo. Si los síntomas son graves, con independencia de la duración, la persona debería ser vista inmediatamente.